Si no denuncian los crímenes los delincuentes se avalentonan y más personas son víctimas

En octubre del 2014 Armando Hainac regresaba caminando a su casa por la South Clinton, en Trenton, luego de una fiesta familiar cuando un grupo de tres hombres lo atacaron para robarlo. Los delincuentes no sólo le robaron su billetera con $800 dólares, sus pantalones y zapatos, sino también le dieron una contundente golpiza que le dejó todo el rostro inflamado con moretones.

Como pudo llegó a casa de unos amigos. A pesar de ser víctima de un terrible crimen, no quería denunciar a la policía lo que le pasó por temor, ya que era indocumentado. Sin embargo, el dueño de un restaurante, cuyas cámaras en el exterior del negocio habían grabado la golpiza que recibió el inmigrante, logró identificar a Hainac y lo convenció a que denuncie el crimen.

“El dueño del restaurante me acompañó a poner la denuncia. Yo tenía mucho miedo ya que nunca había estado en la policía, no sabía como funcionaba y además yo no tenía documentos”, relata el inmigrante guatemalteco.

Al mes del incidente la policía capturó a los asaltantes, quienes fueron condenados a prisión, y le otorgaron a Hainac una certificación de haber sido víctima de un crimen violento y cooperado para atrapar a los delincuentes.

Con la ayuda de varias organizaciones pro inmigrantes, Hainac logró obtener una Visa U (para víctimas de crímenes violentos), y hoy en día cuenta con un permiso de trabajo y documentos para estar legal en Estados Unidos.

“Si me hubiese quedado callado los delincuentes que me hicieron esto estuvieran todavía en la calle golpeando a otros hispanos y robándolos. Ellos están presos y yo logré tener papeles. Hay que dejar el miedo y denunciar”, recomienda el guatemalteco a los inmigrantes.

Con el objetivo de vencer el miedo a denunciar los hechos delictivos y motivar la participación de la comunidad hispana en las actividades cívicas en Trenton, la organización “Latino Civic Forum” y Casa de Bienvenida, ofrecieron recientemente un taller en donde estuvieron presentes funcionarios de la policía local y la vicealcaldesa de esta ciudad, Francis Blanco.

María “Charo” Juega, de la organización LALDEF y Casa de Bienvenida, les aclaró a los participantes del taller que la falta de seguridad pública, el crimen en los vecindarios de Trenton no cesará si la comunidad no coopera denunciando y presionando a las autoridades.

“Este es un problema que debemos resolver todos. Si cada quien no se hace responsable no se va a lograr nada. La policía y la alcaldía no puede sola con este problema… si no participamos en la lucha contra el crimen la situación de la seguridad se va a poner igual que en Centroamérica”, advirtió Juega.

La activista señaló que al no denunciar los crímenes a los que son víctimas lo único que se consigue es que los delincuentes se avalentonen y continúen cometiendo más crímenes, convencidos de que no les pasará nada.

Por otra parte, la policía tiende a prestar menos atención a los sectores hispanos ya que no reciben denuncias y enfocan sus esfuerzos en los vecindarios donde si los llaman cuando ocurren hechos delictivos.

El no denunciar, quedarse callado, simplemente agrava la situación de inseguridad.

Por su parte, la vice alcaldese Francis Blanco les recordó a los presentes el dicho que reza “el que hace más bulla es a quien más se le atiende”, para decir que es fundamental que la gente denuncie no sólo los hechos delictivos, sino también los problemas que presenta la comunidad.

“Toquen las puertas de la policía, de sus concejales, de la alcaldía, es importante que hagan presencia, que asistan a las reuniones del concejo, de las juntas y los comités, que insistan en que se busquen soluciones a los problemas”, dijo la funcionaria hispana.

Blanco recordó que “todos los residentes de la ciudad, sin importar su estatus migratorio, tienen derechos a los servicios de la ciudad”, ya que contribuyen con su trabajo y sus impuestos al desarrollo de la ciudad.

Asimismo, resaltó que la policía de Trenton no coopera con el servicio de inmigración, por lo tanto, la identidad de una personas indocumentada que presente una denuncia no es compartida con ninguna otra agencia.