Salud mental e indocumentados

La situación legal en el país afecta la salud mental de los jóvenes indocumentados, según las conclusiones de una conferencia académica en la que un panel de inmigrantes compartió sus historias personales.

Acompañados de varios expertos de la universidad de California Los Ángeles (UCLA, en inglés) los jóvenes analizaron el efecto negativo que tiene el ser indocumentado en la salud mental y la estabilidad emocional de miles de adolescentes hispanos.

“No tengo ninguna duda de que la condición de indocumentados afecta profundamente los aspectos más íntimos de la seguridad personal de los jóvenes inmigrantes”, dijo Carlos Juárez, miembro del grupo de apoyo a jóvenes indocumentados Collective of Immigrant Resilience through Community Led Empowerment (CIRCLE), de UCLA.

Según explicó el doctor Fernando Torres-Gil, uno de los organizadores del simposio, la condición de indocumentados que acompaña a estos jóvenes, muchas veces desde sus primeros años de infancia, crea “inseguridades, complejos y una sensación de desprotección y angustia”.

El experto destacó que el miedo es uno de los factores más negativos en la vida de los jóvenes indocumentados, que continuamente sienten la amenaza de perder inesperadamente a sus padres y familiares.

Durante la conferencia se afirmó además que varios estudios reconocen estos efectos negativos que produce la condición de indocumentados en los jóvenes hispanos. “Los desórdenes de ansiedad y depresión mayor son dos de las condiciones de salud mental prevalentes que afectan a los jóvenes latinos”, destacó un estudio elaborado en 2010 por las investigadoras Stephanie R. Potochnick y Krista M. Perreira.



El informe destacó que los jóvenes latinos presentan un índice más alto de síntomas de depresión (22 %) que los jóvenes blancos (18 %), asiáticos (17 %) y afroamericanos (15 %).

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Encontramos que las presiones migratorias aumentan el riesgo tanto de los síntomas depresivos como de ansiedad” en los jóvenes latinos de primera generación de entre 12 y 19 años que viven en Estados Unidos, afirma el estudio.