Piden frenar deportación de hispano

Eugenio Gonzáles Espinoza es hijo de un ciudadano estadounidense y una residente legal. Pese a ello, este joven enfrenta la posibilidad de ser deportado a México y nunca más volver a ver a su familia.

Frente a esta situación, varias organizaciones comunitarias y de fe han iniciado una campaña de presión para evitar la deportación del joven Gonzáles Espinoza, quien se encuentra detenido en el centro correccional del condado de Essex desde diciembre del 2012.

La red de organizaciones religiosas (PICO) entregó el pasado lunes una carta firmada por cerca de 100 pastores y líderes religiosos al Asistente Director de ICE en Newark, Mark Vogler, solicitando la liberación del hispano, quien es un miembro activo de la iglesia católica St. Mark, en Sea Girt, New Jersey.

De acuerdo al abogado John Leschak , quien representa a Gonzáles, al joven “le ha sido violado sus derecho humanos” porque nunca le fue informado de que calificaba para obtener la residencia legal.

Leschak explica que cuando la madre de Gonzáles Espinoza, la señora Emperatriz Pérez, obtuvo la residencia, su hijo quien entonces tenía 19 años calificaba automáticamente para obtener también la residencia. Sin embargo, ni las autoridades ni el notario que les proceso la aplicación le informaron sobre esto.

“Bajo la sección de la ley INA 245 (i), Eugenio por tener menos de 21 años calificaba para obtener la tarjeta de residencia”, asegura el abogado.

El joven en el 2006 decidió entrar ilegalmente al país ya que consideraban que no tenía otra opción para reunirse con su familia. Ese año fue detenido y se le impuso una orden de deportación.

El pasado mes de diciembre, durante una fiesta su pareja llamó a la policía acusándolo de maltrato. Fue arrestado y desde entonces se encuentran detenido en la cárcel del condado de Essex, a la espera de ser deportado.

El abogado Leschak afirma que han introducido ante al corte de apelación una solicitud de revisión del caso de Gonzáles Espinoza, quien hasta ahora no ha tenido la oportunidad de presentarse ante un juez.

Leschak asegura que existen antecedentes de casos similares en los cuales personas que calificaban desde un principio a la residencia, les han parado la orden de deportación y permitido iniciar los trámites para obtener los documentos de residencia.

“Estamos optimistas de que Eugenio no será deportado y logrará reunirse con su familia. Queremos que sea liberado y permanezca con su familia mientras un juez revisa su caso”, dijo el abogado.

Por su parte, Sean Flynn, sacerdote de la iglesia católica St. Mark en Sea Girt, afirma que Eugenio es una persona de fuertes convicciones religiosas que sirve como voluntario dentro de la iglesia. “Eugenio es un gran trabajador, paga sus impuestos y no tiene un record criminal. Él es el tipo de aspirante a estadounidense que debería calificar fácilmente para entrar en un proceso para la ciudadanía. Ha estado detenido por más de seis meses esperando que un juez revise su caso. Nosotros le debemos a sus padres el hacer presión para que sea liberado y ellos puedan reunirse como familia”, afirmó Flynn.

La madre de Eugenio, la señora Emperatriz Pérez, entre lágrimas dijo que su hijo no tiene ningún record criminal y que con los ingresos de su trabajo ayuda significativamente en la manutención de la familia.

La hispana considera injusto que criminales tengan la opción de pagar una fianza y salir de la cárcel mientras esperan el juicio en la corte, y su hijo, quien no es un delincuente, no tenga la opción de pagar una fianza y lo obliguen a pasar meses encerrado en una cárcel junto a criminales y asesinos.

Además de la entrega de la carta firmada por los religiosos, la organización PICO planea hacer reiterativas llamadas a las autoridades de inmigración, así como a las autoridades electas del estado para presionar por la liberación del hispano, esto dentro de la campaña nacional de concientización sobre la necesidad de una reforma migratoria que ofrezca un camino para la ciudadanía de los 11 millones de inmigrantes indocumentados.