Aprueban ordenanza contra robo de salario en New Brunswick

En un paso sin precedente en el Estado Jardín, la ciudad de New Brunswick aprobó una ordenanza municipal la cual establece negar licencias a los negocios cuyos dueños hayan incurrido en robo de salarios a sus trabajadores.

Con una votación unánime el pasado 18 de diciembre, el concejo municipal busca romper con esta práctica que afecta principalmente a trabajadores inmigrantes y personas de escasos recurso, quienes desconocen o temen reclamar sus derechos laborales.

Se considera robo de salario cuando a los trabajadores no se le paga el monto total acordado por su trabajo o se le paga menos del salario mínimo establecido por la ley.

“Robo de salario significa haber sido encontrado culpable, comprometido o responsable en cualquier procedimiento judicial o administrativo de haber cometido una violación a la Ley de Salarios por horas del Estado de New Jersey y la ley de Pago de Salarios de New Jersey”, señala la ordenanza aprobada.

La medida aprobada por la ciudad de New Brunswick enmienda varias secciones del capítulo 5 de la ordenanza sobre “Regulaciones y Licencias de los Negocios”. En la sección 1 del capítulo, se establece que el robo de salario es una causa legal para negarle a un contratista o comercio una solicitud de una licencia para operar en la ciudad. Cada años los comerciantes y contratistas están obligados a renovar sus licencias.

La medida tomada por la ciudad se logró gracias al trabajo conjunto de activistas y organizaciones comunitarias, quienes durante todo el año abogaron por la medida. Entre sus acciones estuvieron la entrega a los concejales de más de mil peticiones de residentes de la ciudad solicitando la aprobación de la normativa, así como el testimonio de varios residentes que han sido víctimas de esta problemática.

Las organizaciones Unity Square y New Labor dirigieron las acciones de presión para lograr la aprobación de la medida.

En un estudio de campo presentado el pasado mes de julio por estas organizaciones, se destacó como en uno de los vecindarios más pobres de la ciudad, Unity Square, una de cada seis familias habían sido víctimas del robo de salario en los dos últimos años.

“Al pasar esta ordenanza, el concejo envió un claro mensaje: el éxito económico de la ciudad de New Brunswick se basa en compartir los valores de la comunidad y la prosperidad, no en la violación de las leyes y la explotación”, señaló Lilia Sarmiento, miembro de New Labor y residente de la ciudad.

La ordenanza entra en efecto este primero de enero del 2014. Aplica a todos los negocios, incluyendo restaurantes, tiendas a menudeo, contratistas y otra variedad de negocios.

Israel López, quien fue víctima del robo de salarios y una de las personas que dio su testimonio ante los concejales, dijo que si bien él logró a través del Departamento de Trabajo que su ex patrón le pagara una gran suma de dinero que le adeudaba por su trabajo, “mi empleador no aprendió la lección, en ves de corregir su actitud, contrató a otra persona en mi puesto y continúa hoy con la misma práctica abusiva. Con esta ordenanza que nos da el poder de revocar las licencias, como comunidad tenemos ahora la posibilidad de decir ‘suficiente’ a los abusos dentro de la ciudad”, afirmó.

Los líderes comunitarios instaron a otros municipios a seguir el ejemplo de New Brunswick. “El robo de salarios es sorprendentemente extenso. Esta ordenanza sirve de modelo para otros municipios sobre la forma de combatir este abuso. Hemos liderado el camino en New Brunswick, pero esperamos que no sea la única ciudad en el estado que pase una ordenanza como esta. También esperamos que nuestros representantes en el gobierno del estado presten atención a este problema y combatan esta práctica generalizada “, dijo Sarmiento.