Cadena humana bloquea entrada a cárcel de ICE en Elizabeth

Miembros de varias organizaciones pro inmigrantes del Estado se unieron a la campaña nacional de desobediencia civil para reclamar el cese de las deportaciones y la aprobación de la reforma migratoria. Para ello decidieron bloquear con una cadena humana la entrada a la cárcel del servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Elizabeth.

A las siete y treinta de la mañana del pasado martes 10 de diciembre, alrededor de cien personas se congregaron en las afueras del centro de detención de Elizabeth, ubicado en el 625 de la Evans Street.

Sin importar las bajas temperaturas (33 ºF) y la copiosa nieve que caía, un grupo de ocho activistas formaron una cadena humana para bloquear la calle que da acceso al centro de detención, mientras que los demás manifestantes tomaban fotografías, filmaban videos y gritaban consignas en español e inglés. “Ni una más deportación”, “si a la educación, no a las deportaciones”, “el pueblo unido jamás será vencido”.

De inmediato el tráfico se trancó. Más de un conductor intentó intimidar a los manifestantes con pasarles por encima con sus camionetas, pero los manifestantes no se amedrentaron y continuaron impidiendo el paso.

A los 20 minutos llegó la primera patrulla de policía a alta velocidad, frenando justo al frente de la cadena humana, que no se amilanó. Por el contrario, los ochos que formaban la cadena se acostaron sobre el pavimento lleno de nieve.

A las advertencias del oficial del departamento de policía de Elizabeth, de que todos serían arrestados si no se quitaban de la calle, los manifestantes simplemente respondían: “No más deportación”, “Obama, escucha, el pueblo está en la lucha”, mientras la nieve comenzaba a cubrirles sus cuerpos y rostros.

A los pocos minutos empezaron a llegar más patrullas y oficiales de la policía. Los demás manifestantes continuaban gritando con más fuerzas sus consignas y aupando sus pancartas. Los reporteros y fotógrafos tomaban fotos y videos. Varios policías continuaban advirtiéndoles a los miembros de la cadena las consecuencias de sus acciones, pero el bloqueo continuaban. Los manifestantes no cedían.

Fue así como llegaron varios funcionarios de los bomberos con pequeñas sierras eléctricas para cortar las cadenas que unían a los manifestantes a un árbol, y a un poste de metal. Luego procedieron a cortar uno por uno los tubos de plástico que entrelazaban a los miembros de la cadena.

A los pocos minutos, los ocho fueron arrestados.

Cansados de que no nos escuchen

Diana Mejía, Carlos Canales, Jorge Torres, Rita Dentino, Roberto Vaca, Ilana Rossoff, Ligia Trujillo, y Daniel Goldstein, fueron llevados a la estación central de policía en Elizabeth.

Todos fueron acusados de conducta desordenada y obstrucción de la vía pública. A las 2:30 pm fueron puestos en libertad con una orden de presentarse ante el juez.

“Decidimos hacer este acto de desobediencia porque ya estamos cansados, ya es suficiente. Los grupos inmigrantes hemos marchado, enviado cartas a los congresistas, hemos hecho llamadas, huelgas de hambre y demás acciones y aún no se aprueba una reforma migratoria, mientras tanto siguen deportando cada día más de mil personas”, afirmó Diana Mejía, directora de la organización Viento del Espíritu, de Morristown, quien formó parte de la cadena.

Mejía señala que al igual que las demás organizaciones a nivel nacional, están pidiendo al presidente Obama una “acción diferida ampliada” que beneficie a todos los inmigrantes indocumentados para evitar las deportaciones hasta tanto el Congreso apruebe una reforma migratoria.

“Cada día miles de familias son destruidas por ICE, esto debe de parar… que clase de sociedad estamos creando en la cual el mismo gobierno deja miles de niños huérfanos. Cuál va hacer el futuro de estos niños”, se pregunta Mejía.

Roberto Vaca, miembro de Unidad Latina en Acción, quien participó en la cadena humana dijo que con esta acción, realizada el Día Internacional de los Derechos Humanos, buscan enviar un mensaje social para parar las deportaciones.

“Yo soy testigo de esta tragedia. El esposo de mi hermana fue deportado y a ella le tocó quedarse sola con sus tres hijos sufriendo necesidades y todas las desaventuras de criar a sus hijos sola y con el miedo y la zozobra de que también sea deportada”, relató Vaca.

Entre las organizaciones comunitarias que participaron en este acto de desobediencia civil están: Action 21, Casa Freehold, New Jersey Communities United, Pax Christi, Unidad Latina en Acción y Viento del Espíritu, la mayoría miembros de la Red Nacional de Jornaleros.