Se agota el tiempo para la reforma migratoria
El presidente Barack Obama advirtió en una reunión con líderes de las fuerzas del orden de todo el país, de que “la ventana” para aprobar una reforma migratoria se está estrechando, y solo quedan “dos o tres meses” antes de que se cierre por completo con la llegada de las elecciones.
El presidente quiso así dar un empujón más al debate migratorio, y llamó de nuevo a los republicanos de la Cámara de Representantes a que sometan a voto el proyecto de ley bipartidista que ya fue aprobado por el Senado hace un año, o bien la versión similar redactada en la cámara baja.
Obama insistió en su reunión en que la seguridad fronteriza es una prioridad para su Gobierno dentro de los parámetros que deben conformar el nuevo sistema migratorio estadounidense.
“Nuestro roto sistema de inmigración hace más difícil para nuestras agencias poder hacer su trabajo y aplicar la ley. Nuestro sistema no es justo para los trabajadores, no es justo para las empresas y no es justo para los organismos encargados de hacer cumplir la ley”, reiteró el presidente.
“Tenemos una ventana muy estrecha. Cuanto más nos acerquemos a las elecciones, más difícil será lograr las cosas”, insistió en alusión a los comicios de noviembre.
Asimismo, Obama reiteró que su Administración ha puesto “recursos sin precedentes” en las fronteras del país y aseguró que alrededor del 80 por ciento de los inmigrantes indocumentados ya han pasado más de una década en el país y forman parte del “tejido social” de Estados Unidos.
“Algunos republicanos se están dando cuenta de que el bloqueo de la reforma migratoria no es una opción, y esa es la buena noticia”, consideró el mandatario en referencia al viraje en las posturas de algunos legisladores de la bancada conservadora.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, subrayó que Obama ha sido flexible con los contenidos del proyecto de ley, pero reiteró que debe tratarse de un paquete de reformas que contengan unos principios básicos, y no leyes por separado que traten las diferentes problemáticas.
Como ya ha hecho en otras ocasiones, Obama reiteró que está dispuesto a negociar sobre la ley, pero que ésta debe albergar un camino a la ciudadanía de algún modo.
“No estamos empeñados en asegurarnos de que cada letra de lo que está en el proyecto del Senado es exactamente lo que finalmente aterriza en mi escritorio para firmarlo”, dijo el presidente. La reforma migratoria permanece estancada en la Cámara de Representantes desde hace casi un año, después de que el Senado aprobara un texto bipartidista en junio que no ha sido votado en la cámara baja y que cuenta con el beneplácito del presidente.