Transformista con barba envía mensaje de tolerancia
Viena – Conchita Wurst, la cantante austríaca ganadora anoche del Festival de Eurovisión, dedicó hoy su triunfo a quienes creen «en un futuro sin discriminación» y advirtió de que es también un mensaje a algunos políticos, como el presidente ruso Vladimir Putin.
«Lo de ayer no fue solo un triunfo solo para mí sino para la gente que cree en un futuro que funciona sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto», dijo Wurst a preguntas de Efe en una concurrida rueda de prensa tras su regreso a Viena.
Wurst conquistó Eurovisión con una buena voz, un tema pegadizo y una estética provocadora: una llamativa barba que contrasta con su cuidado maquillaje y sus ajustados vestidos de noche.
La artista, «alter ego» del cantante Tom Neuwirth, fue recibida en el aeropuerto de Viena por varios miles de seguidores que no cesaban de corear el «Rise Like a Phoenix», la canción con la que conquistó ayer el segundo triunfo de Austria en Eurovisión, tras el logrado en 1966.
Con el trofeo en la mano y repartiendo sonrisas y saludos, Wurst fue acosada por una nube de periodistas que querían captar su triunfal regreso a Austria.
Conchita afirmó ante los medios que su victoria es un mensaje a «algunos políticos», entre los que señaló a Putin, aunque insistió en que no se trata de abrir un debate de derechos humanos entre Europa y Rusia.
«La tolerancia no tiene fronteras. También en Rusia hay lugares donde soy muy bien bienvenida», dijo Wurst, que recordó que su actuación recibió de ese país cinco puntos, lo que muestra que «no todo el mundo en ese país tiene las mismas opiniones» sobre la homosexualidad.
Por eso, dejó claro que su mensaje va más allá de las fronteras y se dirige a «políticos que conocemos».
«Solo les quiero decir que, al final, el bien siempre gana y que somos
imparables», declaró respecto a quienes, como ella, creen en la tolerancia.