Confían en que Trump no toque el TPS

Preocupación sin alarmas, así se vive en la comunidad salvadoreña de Nueva Jersey las eventuales medidas migratorias que se espera del presidente electo Donald Trump, según los funcionarios y líderes salvadoreños del área.

 

Como parte de esa preocupación en canciller de El Salvador, Hugo Martínez, arribó ésta semana a Washington, dando instrucciones a la embajadora de ese país, Claudia Conjura, para que establezca contacto con el equipo de transición de Donald Trump y “empezar una nueva era en las relaciones entre ambos países”, confirmaron a Reporte Hispano fuentes de la embajada.

 

Jorge Molina, salvadoreño y residente del Condado de Hudson, y beneficiario del llamado Estatus de Protección Temporal (TPS) aprovechó la horas del almuerzo para responder a Reporte Hispano que “estamos a la expectativa, hay evidentemente preocupación en la comunidad. Pero estamos esperando que medidas dará el nuevo presidente”.

 

Voceros del partido gobernante de El Salvador en NJ, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), dijeron que hay calma en su comunidad no desesperación y esperan con serenidad las nuevas políticas migratorias que se implementarán a partir de enero.

 

En tal sentido, Mario Díaz, del comité Fernando Aquino, adscrito al FMLN, con sede en Hudson, hizo notar que “nuestra gente está inquieta, sobre todo los que no tienen sus papeles en regla. Lo que si sé es que las organizaciones salvadoreñas se están preparando para la batalla. Como organización tenemos compañeros en esa situación pero no hay desesperación. Creemos que más es una cuestión mediática. Estamos esperando a ver que medidas anuncia el nuevo presidente de Estados Unidos”.

 

Al mismo tiempo, la cónsul de El Salvador en Nueva Jersey, Ana Lorena Siria de Lara, llamó a la calma a su comunidad.

 

 

“El Salvador siempre ha tenido una excelente relación con los Estados Unidos. Básicamente, como gobierno, somos respetuosos del gobierno de éste país. Respetamos muchísimo la soberanía y respetamos cualquier decisión de éste pueblo. Y les decimos a los salvadoreños que estén tranquilos, no queremos generar ninguna alarma innecesaria. Estamos confiando que el nuevo gobierno va a tomar buenas decisiones para nuestra comunidad,” declaró a Reporte Hispano.

 

La funcionaria consular dijo que hay cerca de 3 millones de salvadoreños viviendo en Estados Unidos y como las y los salvadoreños están sirviendo al desarrollo no sólo económico sino social de los Estados Unidos espera un trato justo a sus compatriotas.

 

Por lo pronto dijo que la labor de los 17 consulados en los Estados Unidos es ser garantes de sus derechos, actitud que es reforzada con una red de abogados pro-bono que donan su tiempo y servicio para orientarlos legalmente.

 

“Solo hago un llamado para que se comporten a la altura de las circunstancias, y que siempre nos sintamos orgullosos de levantar bandera por el El Salvador,” finalizó.

 

El TPS, es un estatus de protección temporal que se le ha brindado a los inmigrantes de El Salvador debido a tres terremotos que azotaron el país en el año 2001. Según las últimas cifras disponibles los beneficiarios son 203,448, y vence el 7 de marzo del año próximo, y esperan que el nuevo gobierno renueve el beneficio.

 

Según un estudio publicado en diciembre del 2013, del U.S. Commitee for Refuges and Immigrants y la Universidad Tecnológica de El Salvador, llamado “Perfil Actual del persona migrante en El Salvador” el 91% de los migrantes salvadoreños son hombres y el 9% mujeres, la mayoría de los hombres trabajan en agricultura y construcción antes de migrar. Y la mayoría se consideran pacíficos antes que violentos, asimismo la mayoría cree que Dios los ayuda en el trayecto migratorio.

 

Según documentos de la cancillería salvadoreña del 2012, consideran que 2,8 millones de ellos viven fuera de su país, y que el 90% de estos se encuentran en Estados Unidos. Estiman que 150 personas de ese país tratan de ingresar diariamente a EE.UU. y de los 55,000 que intentaron ingresar en ese año fueron deportados 25,845, según la Dirección general de Migraciones (DGME).