“Después de todo”, el regreso por todo lo alto de Yordano

Alicia Civita / EFE News

El cantautor venezolano Yordano presentó “Después de todo”, su primer disco en seis años que marca su regreso por todo lo alto tras graves problemas de salud y en el que desnuda su esencia personal y musical con una explosión de estilos y colaboraciones que compara con “la lucha del Joker y Batman”.

“Es una imagen que me encanta y que refleja el trabajo en este disco”, explicó en una entrevista el artista, quien se encuentra confinado en su apartamento de la ciudad de Nueva York, en donde vive desde hace casi seis años. 

Como fan de la cultura pop, comenzando con los cómics, Yordano explicó la referencia como un choque entre fuerzas poderosas, y no específicamente los enfrentamientos entre la salud y la enfermedad o amor y desamor que ya han marcado su obra.

“Después de todo”, dijo, es producto del trabajo junto al músico y productor José Luis Pardo, el exguitarrista del grupo de acid jazz y funk venezolano Los Amigos Invisibles.

“Nos intercambiamos roles, nos desafiamos. Al final, la música es el resultado. Mucha gente va a decir cuando escucha algunas canciones que eso no suena a Yordano, pero es solo otra faceta”, explicó. 

Algunas veces él fue el guasón, otras Batman y viceversa, aunque se ríe al decir que quizá él sea Batman, pues se viste “de negro siempre” y es “más serio”. “Quizá sí. Yo soy Batman”, bromeó.

YORDANO PURO

En todo caso, aunque puede ser que su nueva música cause sorpresa en algunos, las letras en este décimo octavo disco del cantautor es Yordano puro. 

Por ejemplo, “Después de todo” es una canción de amor a su esposa Yuri, quien lo ha llevado a puerto a través de las aguas turbulentas que representaron su arduo tratamiento contra un cáncer de médula ósea que lo tuvo alejado de los escenarios.

En “Para que llorar” habla de su aprendizaje durante ese período, que incluyó además el asesinato en Caracas de su hermano Evio Di Marzo, mientras que el intro de “Qué linda te ves” es familia del de “Manantial de corazón” y así con las 13 canciones del álbum.

“Todas tienen un significado especial, incluyendo las que se quedaron afuera”, indicó Yordano, quien señaló que tendría suficientes canciones extra como para hacer otro disco, aunque aprendió que es mala idea poner demasiados temas en un álbum.

UN DISCO MUY NEOYORQUINO

Además de la influencia de Pardo, en este nuevo disco está plasmado todo el entorno del arista, pues fue grabado en un estudio en el icónico vecindario de The Village, en la ciudad de Nueva York.

“Yo siempre quise vivir en Nueva York, desde que era jovencito y vine por primera vez. Claro, no así”, recordó sobre los difíciles momentos que se viven por el coronavirus en esa ciudad, actual epicentro mundial de la pandemia.

Todos esos sentimientos neoyorquinos se ven mezclados con sonidos del Caribe, funk, rock -hay guiños claros a los Beatles-, percusión afrojazz y blues. 

También tiene “esa influencia italiana” que Yordano lleva dentro de sí. “Yo me pongo en modalidad composición tocando música de otros artistas. Voy tocando y voy asociando. Es un proceso que me ayuda a crear”, confesó sobre este proceso el artista de 68 años, quien desde 1982 ha alimentado las historias de amor de sus fans.

SEMANAS DE PÁNICO

No significa que haya sido fácil llegar a su nuevo disco. Los días anteriores a la salida de “Después de todo” lo encontraron en pánico, pues estaba recién llegado de una gira en España cuando se enteró que uno de sus mejores amigos, con el que él y su esposa habían pasado mucho tiempo, había sido diagnosticado con COVID-19.

“Pasamos unos días muy difíciles, preocupados por él, que estuvo muy mal y por mí. Las medicinas que tomo me tienen el sistema inmunológico deprimido”, explicó.

Afortunadamente, no se había contagiado del coronavirus ni se contagiará, dice. 

“Tengo más de 60 días sin poner un pie en la calle, pero ya estamos acostumbrados a la cuarentena. Esta es la cuarta o más”, indicó al recordar todas sus batallas relacionadas con el cáncer, que incluyó un trasplante de médula, intensa quimioterapia y severas crisis de salud que lo llevaron dos veces al coma inducido.

Quizá por eso, Yordano celebra que el resultado final haya sido un disco con “más alegría y aprendizaje que nostalgia o tristeza”.“Es algo que me da mucha, mucha felicidad”, cerró.