Máscaras anti Covid-19 con sello de identidad

Ursulo Huerta, natural de Chietla, Estado de Puebla, México, decidió mandar a confeccionar una máscara personalizada, con doble cobertura de tela, y verificando que no pase el aire de través, apenas inició la pandemia, más le pidió a la costurera que le incruste la bandera de México.

Ursulo trabaja en la industria importadora de productos mexicanos, en la empresa El Tío de Passaic, y tiene contacto con el público y los productos comestibles a diario, y la mayoría de sus clientes son, por supuesto, mexicanos.

“Mandé confeccionarla con la bandera de mi país no para quedar bien con nuestros clientes, (sino) porque soy mexicano, así me identifico, es mi santo y seña de identidad,” reafirma.

Gabriela Pérez, dueña de Mi Pedacito de México, ha importado mascarillas de su tierra natal con diversos motivos mexicanos.

Como cientos, quizá miles de mexicanos, guarda banderas en su casa, que las saca a la calle cada vez que hay un desfile patriótico en Passaic, ciudad donde reside y trabaja.

Este año no podrá hacerlo porque el desfile para celebrar El Grito de México, la ceremonia de la declaración de la independencia mexicana, en Passaic y que congrega a 30 mil originarios, se ha cancelado.

“Pos habrá que hacer algo en casa, un convivio, un party, algo habrá que hacer,” dice. 

Mientras tanto Gabriela Pérez, dueña de Mi Pedacito de México, ha importado mascarillas de su tierra natal con diversos motivos mexicanos.

“Todas son confeccionados por artesanos y artesanas mexicanas, hechas a mano, con productos y tintes naturales,” dice. 

La mascarilla que ha acogido con más ilusión es una representación recreada a partir de la mariposa Monarca, que, según National Geographic,  cada invierno lleva millones de estos insectos desde el norte de EEUU a México, en una trayectoria migratoria única, de casi 5,000 kilómetros.

“Es que los mexicanos somos así, muy apegados a nuestra tierra, a nuestras costumbres y símbolos y nosotros consideramos que es nuestra y más que nuestra un símbolo de la unión de dos pueblos norteamericanos: México y Estados Unidos,” dice Gabriela.La emprendedora ha importado 5,000 mascarillas de México, pero todo no es negocio: ofrece donar un dólar de cada mascarilla que se venda a la organización Fuerza Migrante, colectivo que está trabajando por los derechos de los migrantes mexicanos desde Nueva York y Nueva Jersey, con sedes en Chicago y otros lugares de La Unión Americana.