Para solucionar la violencia policía hay que reducir los presupuestos de la policía

Kleibeel Marcano  / Reporte Hispano

La principal medida para disminuir los incidentes de brutalidad policial y mejorar la seguridad pública es una reducción considerable de los presupuestos de los departamentos de la policía en el país y la redistribuir de los fondos a los distintos servicios sociales para las comunidades, según declaró el profesor Jody Armour, durante la teleconferencia de prensa realizada por Ethnic Media Service (EMS).

Armour, profesor de leyes de la University of Southern California, autory prominente figura en el debate sobre la reforma del sistema de justicia, señala que las muertes de ciudadanos, especialmente afroamericanos, en custodia de la policía no tiene una solución técnica, requiere de una análisis profundo que incluya el racismo estructural, los prejuicios consientes e inconscientes  y la poca empatía, consideración y cuidado que se tiene hacia la vida de los negros en el país.

“Sentimos una indiferencia por el sufrimiento de aquellos que no pertenecen a nuestro grupo. Es un prejuicio que no nos deja sentir el mismo nivel de consideración y empatía por los que no son del mismo grupo. Muchas veces esto es algo inconsciente”, afirmó.

Durante la teleconferencia el profesor explicó que luego de la muerte de personas de color en manos de la policía, como en este último incidente en Minneapolis donde fue asesinado George Floyd, se repite un mismo ciclo de reacción: marchas, audiencias públicas, cambios de los comisionados de la policía, propuestas de nuevas medidas como cámaras corporales, entrenamiento a los oficiales para desescalar situaciones, crear policía comunitaria,  entre otros. Pero estas medidas no han traído los resultados esperados. “En Minneapolis ya todo esto se ha implementado, y sin embargo ocurre esta tragedia”, señala.

En sus más de 20 años como profesor de leyes estudiando la situación del racismo estructural en el sistema judicial, Armour ha llegado a la conclusión de que es necesario reducir considerablemente los presupuestos de los departamentos de la policía e invertir y diversificar el dinero en servicios sociales de vivienda, educación, salud, desempleo, salud mental, entre otros programas que reduzcan los niveles de pobreza y den oportunidades a la población para evitar que caigan en hechos delictivos.

“Es increíble que en ciudades como Los Ángeles (California), el 52% del presupuesto de la ciudad se destine al departamento de policía”.

Armour afirma que la policía debe enfocarse en investigaciones criminales relacionadas con homicidios, robos, asaltos, delincuencia organizada, violaciones y estafas. 

Según el profesor, la policía actualmente se enfoca en “ofensas criminales no violentas”, en políticas como “Broken Windows”, que conducen a un aumento de la violencia policial hacia las comunidades y reduce fondos para las verdaderas investigaciones policiales.

“A George Floydlo mataron los policías por alegadamente tratar de usar un billete falso de $ 20”, resalta Armour como un ejemplo de las ofensas criminales no violentas en que se enfocan los departamentos de policía en el país.

Señala que existen casos que demuestran que cambiar el enfoque de la policía, mejora la seguridad pública. Como ejemplo destacó que cuando la ciudad de Nueva York eliminó la denominada práctica policial “Stop-and-frisk” (parar y registrar), “la tasa de criminalidad no subió, por el contrario bajó”.

A las voces que afirman que la solución está en votar por candidatos progresistas, Armour resalta que esto no es así. “Nos gusta pensar que con el voto podemos cambiar la situación, pero no es así. En Minneapolis (Minnesota) hay un gobernador demócrata, un alcalde demócrata, todos los concejales son demócratas, excepto uno que es del Green party, toda la estructura política es demócrata, y sin embargo ocurren estos casos. En Los Ángeles y Nueva York es lo mismo”. 

“Se requiere toda esta energía (de las protestas), la voluntad de todos para lograr estos cambios fundamentales en la inversión de los presupuestos de las municipalidades”, afirma.

Otro punto importan para reducir la violencia policía es la necesidad de transparencia y responsabilidad en los contratos laborales de los oficiales de la policía. Explica que los sindicatos han negociado contratos que brindan inmunidad y protección a los oficiales que incurren en violaciones de sus funciones.

Cambiar los estándares legales

En este sentido, Thomas A. Sáenz, presidente y Consejero General de MALDEF, afirmó durante la teleconferencia de EMS que es necesario cambiar los “estándares legales” relacionados con la policía.

El hispano resalta que la ley “hace que sea muy fácil para los fiscales rechazar juzgar a oficiales de la policía”. Esto ha permitido que policías en todo el país realicen actos no legales sin tener que asumir ninguna consecuencias por sus acciones.

Sáenz además señala que es necesario evaluar como se contratan a los oficiales de la policía, así como el procedimiento para elegir al liderazgo de los departamentos, ya que, en su opinión, en muchos departamentos existen controles que discriminan a los candidatos que aplican de determinadas comunidades. “En muchos lugares los policías no representan la diversidad de las comunidades donde laboran”, resaltó.

El representante de MALDEF destaca que la batalla para cambiar como funciona la policía requiere de un compromiso a largo plazo.

Para John C. Yang, presidente y Director Ejecutivo de Asian American Advancing Justice, en los cambios necesarios para reformar el sistema policial es necesario la participación de la población a través del voto.

Yang, quien también participó en la teleconferencia de EMS, considera que si bien el voto no es la solución, se requiere en los más altos niveles de gobierno representantes que apoyen las reformas. “Sin el liderazgo correcto en las posiciones de poder, es más difícil lograr los cambios”, dijo.

El líder de la comunidad asiática también resaltó la necesidad de desmilitarizar a los departamentos de la policía.

En su opinión, para eliminar los prejuicios consientes e inconscientes en toda la población hacia y dentro de las comunidades minoritarias, se requiere tener conversaciones internas sobre el tema dentro de las familias y las comunidades.

Yang afirma que desde el inicio de la pandemia del COVID-19 la comunidad asiática ha reportado más de 2000 incidentes de racismo en 10 semanas. No obstante, reconoce que esto no se equipara con el racismo estructural e histórico que ha padecido la comunidad afroamericana.

En este sentido, dice que la comunidad asiática en el país debe tener “estas conversaciones fuertes” sobre los prejuicios y racismo hacia otras comunidades, ya que la gran mayoría de los asiáticos por provenir de países monolíticos racialmente y pocos democráticos, muchas veces no comprenden los efectos de los prejuicios.

“Todos debemos reconocer que los derechos civiles que disfrutamos la minorías actualmente son un legado de la lucha de muchos años de la comunidad afroamericana. Es importante conocer la historia del país”, afirmó.