La pandemia tendrá un impacto severo en las elecciones

Kleibéel Marcano / Reporte Hispano

La pandemia del COVID-19 ha hecho que las elecciones presidenciales en noviembre se conviertan en un gran desafío para la nación.  Se calcula que entre 50 ó 60 millones de personas tendrán que sufragar en un sistema diferente al que estaban acostumbrados. La falta de tiempo y dinero para preparar los comicios para este nuevo escenario, aunado a las medidas para restringir el voto que vienen aplicando algunos estados y la campaña de deslegitimación de los resultados, en caso de que salga derrotado, que ha iniciado el presidente Trump, hacen de las próximas elecciones un gran reto para el sistema democrático, afirmaron varios analistas en una teleconferencia de Ethnic Media Service (EMS). 

Nathaniel Persily, de Healthy Elections Project de la Universidad de Stanford, explicó que la pandemia ha obligado a los estados a repensar diferentes maneras para que la población pueda ejercer el voto en las próximas elecciones, sin arriesgarse de contraer el virus. Desde ampliar el voto por correo hasta votar desde los automóviles o en estadios o centros de convenciones donde se puedan aplicar las normativas de distanciamiento social.

Pero para lograr una buena planificación, Persily señala que los estados requerirían un periodo de dos años y 400 mil millones de dólares. Para las elecciones sólo faltan un poco más de dos meses y el Congreso solo asignó el 10% de esta cantidad de dinero en el nuevo paquete de estimulo fiscal que aún no se aprueba.

Otro de los problemas logísticos de las elecciones es la escasez de trabajadores en los centros de votación. El promedio de la edad de estos trabajadores es 61 años, personas que se encuentran entre la población más vulnerable para el COVID-19, por lo que muchos de ellos no ofrecerán sus servicios este año. Además, se requiere de suficiente Equipo de Protección Personal. 

Retos del voto por correo

Frente a esta situación se ha promovido el voto por correo. 

Persily explica que el voto por correo, que incluye también el “Voto por Ausencia” (Absentee ballot) y “Voto Anticipado” (Early vote) ha ido creciendo en el país en las últimas elecciones.

En el 2004, a nivel nacional el 12% usó el Voto por Ausencia y 8.4% el Voto Anticipado. En el 2016, el Voto por Ausencia fue 17.7%, el Voto Anticipado 17.2% y el Voto por Correo 5.9%. 

Este sistema de votación se ha hecho más notable en los estados de la costa oeste, como California, Oregón, Utah, Colorado y Washington.

Pero el voto por correo tiene grandes retos, explica el académico. En primer lugar la “visión de fraude” que han promovido el presidente Trump, que ha creado una partidaria polarización en la nación y desconfianza en los comicios, lo cual debilita a la democracia.

Por otra parte, el desconocimiento del proceso por parte de los electores, lo que pudiera generar que a muchos se les prive su derecho de votar.

Persily señala que históricamente el Voto por Ausencia, para el cual hay que solicitar la boleta, es usado por gente blanca, personas mayores y con un nivel de educación alto.

Este sistema es muy poco usado por votantes de mayor diversidad, lo que hace que sean menos probables de que sus votos sean validados y contados ya que estarán más propensos a cometer errores en el proceso o enviar tarde la boleta de votación. Ejemplos de los errores más comunes es olvidar firmar la boleta electoral o que su firma no coincida con la registrada en el registro electoral.

Lucha contra la supresión del voto

En el país hay 245 millones de personas elegibles para votar, de los cuales 48 millones están en las listas de votantes inactivos o no registrados. Para estas elecciones del 2020 unos 16,6 millones de votantes pertenecientes a los grupos minoritarios están inactivos o no registrados, afirmó Andrea Miller, fundadora de la organización “Reclaim Our Vote”, durante la teleconferencia de EMS.

Miller considera que algunos estados han tomados medidas para suprimir el voto, especialmente de los grupos minoritarios, entre ellas solicitar de manera estricta ciertas identificaciones con foto, retirar del padrón electoral a las personas que no han sufragado en las últimas elecciones, requerir que se renueve la inscripción en el registro electoral cada dos años, no permitir la automática registración electoral ni la registración el mismo día de las elecciones, cerrar o mover recintos electorales, aplicar tácticas intimidatorias en los recintos electorales, entre otros.

Estas medidas han reducido en ciertos estados el porcentaje de personas elegibles para votar, especialmente entre las minorías, según cifras presentadas por Miller.

En Alabama, el 32% de la población aparecen como no registrados para votar, en este estado el 28,79% de la población pertenece a los grupos minoritarios. En Carolina del Norte el 21% no están registrados, en Texas es el 38%, en Georgia 23%, Arizona 33% y Missisipi 24%. 

“En algunos estados esto es algo planeado para suprimir el voto… la gente cree que cuando se registra para votar es por siempre, no creen que si no votas por cierto número de elecciones serás removido del padrón electoral, esto no se aclara al registrase”, señala Miller en relación ha algunas políticas implementadas por ciertos estados.

En este sentido Miller insta a los electores y a las comunidades a chequear si están “activos” en el padrón electoral. Además, sugiere que se realice una campaña de educación para que la población en cada estado conozca las diferencias del proceso electoral este año en sus jurisdicciones.

El tiempo, el recurso más importante

A pesar de todos los inconvenientes que se presentan en estas elecciones, Nathaniel Persily considera que si existe voluntada política y se le otorgan los recursos a las localidades se podrán realizar las elecciones con éxito. Pero sobre todo, señala que es necesario “dar tiempo al proceso”.  

“Se va a requerir más tiempo para que los electores voten, más tiempo para contar los votos y más tiempo para anunciar los resultados. Es muy probable que no se sepa quien ganó las elecciones por varios días después que termine la votación. Hay que tener paciencia, para que se cuenten y verifiquen bien los votos antes que se anuncie al ganador”, señala Persily

En este sentido, Persily insta a los electores a solicitar su boleta con anticipación y votar temprano. Si planea votar en persona, recomienda ir temprano o antes del medio día al centro de votación. 

“Recuerden que esto va hacer una votación muy distinta a las anteriores. Deben prepararse”, concluye.