Con ataques directos a Trump, latina progresista lanza su candidatura al Senado en Nueva Jersey 

Charles Stile / NorthJersey.com

La erosión del apoyo entre los votantes latinos es una de las señales más alarmantes para el presidente Joe Biden y el Partido Demócrata mientras enfrentan una probable revancha con el expresidente Donald Trump en noviembre.

Encuestas recientes han identificado esta tendencia. La victoria de Biden hace cuatro años fue impulsada, en parte, por captar al 65% de los latinos, en comparación con el 32% de Trump. Pero una encuesta reciente de USA TODAY/Suffolk University señala que Trump aventaja a Biden entre los latinos con un 39% y un 34%.

En septiembre, The Washington Post descubrió que, en cinco encuestas con bastante credibilidad, Trump promediaba el 42% de los votantes hispanos. Los analistas señalan varios factores: el escaso entusiasmo entre los votantes jóvenes, por ejemplo. Y en parte es económico: los votantes de la clase trabajadora de todo el espectro político podrían sentirse atraídos por la promesa de Trump de restaurar el país de un antaño previo a la pandemia, cuando los precios de los alimentos y la gasolina y las tasas de interés eran más bajos.

Cualquiera sea la causa, el atractivo –o la amenaza– de Trump es una razón clave por la que Patricia Campos-Medina, activista del Partido Demócrata desde hace mucho tiempo, ha lanzado su candidatura al Senado de Estados Unidos.

Apuntando a Trump… y Tammy Murphy

Esta residente del condado de Hunterdon, de 50 años, e hija de inmigrantes que huyeron de los disturbios en El Salvador a principios de los años 1980, está convencida de que el senador acusado de corrupción, Robert Menéndez, no buscará la reelección, dejando un vacío en la boleta electoral de noviembre para un candidato demócrata comprometido y leal.

«Si no les damos un candidato a los votantes negros y latinos, no podremos derrotar a Donald Trump en las próximas elecciones ni siquiera aquí en Nueva Jersey», afirmó en una entrevista reciente.

Y esta es la segunda parte de su argumento para postularse para la nominación demócrata en las primarias de junio.

Asegura que Tammy Murphy, la esposa del gobernador Phil Murphy, quien también se postula para el puesto, no logrará ser un imán suficiente para atraer nuevamente a los latinos a las urnas de votación de los demócratas. Los dirigentes del Partido Demócrata, que rápidamente prometieron su apoyo a la primera dama en los condados con mayores reservas de votantes demócratas, no han logrado diagnosticar ese peligro.

«Básicamente estoy muy preocupada de que si Tammy Murphy es coronada y obtiene la nominación, tendrá dificultades para ganarle a un republicano, porque los votantes demócratas están disgustados por esta política interna», dijo Campos-Medina, una ex organizador sindical que trabajó en los equipos de transición del presidente Barack Obama y el senador Cory Booker.

La frustración comienza incluso antes de que empiece realmente la campaña.

Es el sentimiento (la frustración por el apoyo del partido a Tammy Murphy antes de que otros pudieran tener la oportunidad de buscar el respaldo previo a las convenciones de nominación que se realizarán en los próximos dos meses) lo que está dando forma a la campaña inicial para reemplazar a Menéndez.

El veterano demócrata del condado de Hudson se enfrenta a una escandalosa demanda federal que lo acusa de aceptar sobornos en forma de dinero en efectivo y lingotes de oro a cambio de tomar medidas favorables a Egipto y Qatar, y de interceder en dos procesos penales en Nueva Jersey.

Menéndez, quien fue acusado del presunto plan junto con su esposa, Nadine Arslanian Menéndez, afirma que es inocente de los cargos y promete luchar contra ellos en los tribunales. Tampoco ha dicho si buscará la reelección este año, pero una encuesta lo mostró con un sombrío índice de aprobación del 6% por parte de los demócratas. El juicio está previsto para mayo, aunque Menéndez y su esposa buscan ser juzgados por separado.

La revelación de la acusación contra Menéndez a fines de septiembre desató que una serie de demócratas ambiciosos anunciaran planes para sucederlos, incluido el congresista Andy Kim, representante del sur de Nueva Jersey durante tres mandatos, Lawrence Hamm, un veterano activista social del condado de Essex, y Murphy, quien anunció su candidatura en noviembre.

Pero fue la promesa instantánea de apoyo de los presidentes de los condados de Essex, Middlesex, Somerset, Bergen y Hudson, el condado natal de Menéndez, lo que convirtió a la primera dama, con un escaso currículum y un historial como republicana registrada, en la favorita para ganar la nominación demócrata.

La posición del partido en la boleta en Nueva Jersey también es un factor

Ese tipo de apoyo institucional normalmente se traduce en que al candidato se le conceda la “línea” del partido en la boleta, o en que la boleta aparezca agrupado entre paréntesis con otros candidatos bendecidos por el partido. Los candidatos a los que se les confiere la línea del partido suelen ganar.

Y ese es el meollo del asunto. En un momento en que muchos piensan que la democracia está contra las cuerdas, un rápido cierre de filas en torno a la primera dama –sin permitir que otros compitan y expongan sus argumentos– les parece antidemocrático a muchos electores y un ejercicio de nepotismo dinástico.

Entre los líderes del condado que respaldan a Tammy Murphy se encuentran cabilderos cuyas empresas tienen negocios ante el estado. Y para otros, no hay ningún beneficio en negarle la bendición a la esposa del gobernador mientras este permanece en el poder por dos años más. Murphy todavía puede controlar el destino de valiosas medidas legislativas, nombramientos y legislaciones, incluso con las aprobadas en el último día del cronograma legislativo.

Kim, ex asistente de seguridad nacional de Obama, está tratando de aprovechar el descontento interno del partido a pesar de que es probable que sea ubicado en una posición retirada y apartada en la boleta electoral. Aun así, hay indicios de que la reacción contra Tammy Murphy es real: las encuestas internas para la campaña de Kim han mostrado una amplia ventaja, y Kim derrotó a Murphy por 2 a 1 en una encuesta informal realizada por los demócratas del condado de Monmouth en diciembre.

Campos-Medina busca aprovechar la misma ira popular.

«Sentí que eso es una extralimitación del poder por parte de los Murphy», afirmó. El gobernador y sus aliados han insistido en que él no ha tenido ningún papel en conseguir apoyo para su esposa y que el apoyo de Tammy Murphy hasta ahora se deriva de su activismo en materia de salud maternal y cambio climático y por su desempeño en la recaudación de fondos para el partido.

‘Una hija de la clase trabajadora’

Campos-Medina tiene su propia biografía convincente. Fue separada de sus padres, quienes huyeron de la guerra que azotó a su natal El Salvador a finales de los años 1970 y 1980. Se reunió en Estados Unidos con sus padres a los 14 años. Su madre era ama de llaves y su padre era conserje.

«Algunos líderes sindicales afirman que necesitamos una mujer latina progresista de color para participar en la campaña», señala Campos-Medina, una activista laboral de larga data que fue a Cornell con una beca y luego obtuvo un doctorado de la Universidad de Rutgers. “Soy hija de la clase trabajadora”.

Su cartera de activismo progresista en Nueva Jersey es extensa. Es presidenta de Latina Civic, que promueve políticas económicas y de equidad, y es miembro de la junta directiva de New Jersey Citizen Action y Latino Action Network. Además, está de licencia en su trabajo como directora ejecutiva del Worker Institute de Cornell, que realiza investigaciones sobre cuestiones laborales contemporáneas.

Campos-Medina considera que sería la adecuada para ser la “heredera” de Menéndez, a quien “desea lo mejor” pero que, según ella, ya no puede liderar de manera efectiva. (Ella no anticipa que se postule para la reelección). Señaló que sería una voz para la clase trabajadora, las mujeres y los latinos, especialmente ahora que la reforma migratoria ha vuelto a ocupar el primer plano de la agenda nacional.

“Siento que es hora de dejar atrás el liderazgo del Senador Menéndez”, opinó. “Tiene que haber una opción para los votantes de Nueva Jersey que incluya a una mujer de color y una latina en la candidatura. Por este motivo, no deberíamos aceptar la extralimitación de Tammy Murphy al permitir que las fuerzas del partido simplemente le dieran el escaño”.

A pesar de las fuerzas políticas desplegadas en su contra, y la importante ventaja de Murphy y Kim en la recaudación de fondos, Campos-Medina promete competir por el apoyo de los miembros del comité del condado en todo el estado a pesar de su larga oposición a la línea electoral, que, según ella, protege a los titulares a expensas de las mujeres y los candidatos de color.

Ese argumento no ha tenido mucha resonancia en el pasado. Pero claro, no ha habido la amenaza sobre el partido de una restauración de Trump. Esto ha generado preocupaciones sobre el atractivo del partido para su base leal.

Y no ha habido ninguna esposa de gobernador que haya buscado agresivamente un escaño en el Senado de Estados Unidos. Esto ha provocado mucha ira en el partido. Y esperan que fracase.

Esta traducción fue proporcionada por Reporte Hispano, en asociación con el Centro de Medios Cooperativos de la Universidad Estatal de Montclair, y cuenta con el apoyo financiero del Consorcio de Información Cívica de NJ. La historia fue escrita originalmente en inglés por NorthJersey.com y se vuelve a publicar en virtud de un acuerdo especial para compartir contenido a través del Servicio de noticias de traducción al español de NJ News Commons.

This translation was provided by Reporte Hispano, in partnership with the Montclair State University Cooperative Media Center, and is financially supported by the NJ Civic Information Consortium. The story was originally written in English by NorthJersey.com and is republished under a special content sharing agreement through the NJ News Commons Spanish Translation News Service.