Miles de niños trabajan en las plantaciones de tabaco de Estados Unidos
Washington – Miles de niños, en su mayoría hijos de inmigrantes hispanos, trabajan hasta 50 y 60 horas semanales en las plantaciones de tabaco de estados del sur, expuestos a la nicotina y los plaguicidas, denunció hoy el grupo Human Rights Watch (HRW).
“Trabajamos casi todo el año”, dijo a EFE Celia, quien empezó a trabajar en plantaciones de tabaco de Carolina del Norte cuando tenía 12 años, con mucho esfuerzo se graduó de la escuela secundaria y ahora, a los 20, trabaja en un banco.
“Está la temporada de plantación que se hace con una maquinaria a la cual hay que seguirle el ritmo (…) Luego viene la temporada de eliminación de hierbas, de corte de la flor, de eliminación de hojas secas que se hace a mano”, añadió Celia.
“Si usas guantes es más difícil hacerlo y para hacerlo más rápido a mano limpia, terminas con las manos untadas de brea”, dijo la joven, quien destacó que “en este país tienes que tener por lo menos 18 años de edad para comprar cigarrillos, pero se trabaja en las plantaciones de tabaco ya desde los 12 años”.
El informe titulado “Los niños ocultos del tabaco”, de Human Rights Watch, documenta las condiciones en las que trabajan estos menores en plantaciones de Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia, donde se cultiva el 90 por ciento del tabaco en el país.
A la mayoría de los niños se les paga el salario mínimo nacional de 7.50 dólares la hora, que en una semana puede representar entre 375 y 400 dólares, aunque en algunas plantaciones se les hacen descuentos por diversos motivos.
Los menores reportaron sufrir vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajan en las plantaciones, síntomas vinculados con la intoxicación aguda por nicotina, según HRW.
Eric, de 17 años y quien empezó a trabajar en el tabaco cuando tenía 11 años, dijo que los mismos peones deben adquirir equipos como bolsas plásticas de basura para cubrirse cuando en las plantaciones ha llovido.
“Y cuando hace calor no hay acceso a agua fresca”, añadió.
Margaret Wurth, investigadora sobre derechos del niño en HRW, dijo que “cuando termina el año escolar los niños se dirigen a los campos de tabaco donde quedan expuestos al peligro de la nicotina sin que fumen siquiera un solo cigarrillo”.
La Ley de Trabajo de Estados Unidos, que limita la participación infantil en el trabajo, no se aplica en el sector de la agricultura.
En 2011, el Departamento federal de Trabajo emitió regulaciones que buscaban restringir la labor infantil en la agricultura, pero las presiones del sector privado llevaron en 2012 a la anulación de esas regulaciones.
HRW envió cartas a diez compañías tabacaleras estadounidenses e internacionales, todas las cuales respondieron que en sus plantas cumplen con las leyes sobre trabajo infantil. HRW pidió a los fabricantes de cigarrillos y otros productos de tabaco que exijan el mismo cumplimiento en las plantaciones de tabaco.
El informe señala que los niños que trabajan en las plantaciones también sufren heridas por el uso de herramientas cortantes o maquinaria pesada.
Otra labor peligrosa es la de almacenamiento de las plantas cortadas en los secaderos, barracones que tienen vigas transversales de hasta ocho y diez metros de altura, a los que los niños se trepan para colocar las hojas y tallos de las plantas para su secado.
Andrea, una de las menores que dio testimonio para el informe de HRW, de 17 años, dijo que empezó a trabajar en el tabaco cuando tenía seis años y ahora, cuando cursa el décimo primer grado de la escuela, sigue trabajando en las plantaciones.
“Cuando no tengo tareas de la escuela y mi mamá me dice que tenemos que ir allá voy”, señaló.
“Y en los fines de semana voy a ayudarla. En el verano trabajamos todos los días”, agregó.