Qué dulzura: todo sobre los sustitutos del azúcar

Ya sea para reducir el número de calorías que consumen o cualquiera de una serie de otros motivos, algunas personas usan sustitutos del azúcar -también llamados edulcorantes de alta intensidad- para endulzar y darle sabor a sus alimentos. Pueden usarse por sí solos para endulzar alimentos y bebidas tales como el té helado o el café, o como un ingrediente en otros productos. En el mercado hay diversos sustitutos del azúcar para elegir.

“A los sustitutos del azúcar se les llama de ‘alta intensidad’ porque una pequeña cantidad pega fuerte en lo que a dulzura se refiere”, explica el capitán Andrew Zajac, del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos (USPHS, por sus siglas en inglés) y director de la División de Evaluación de Peticiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

Según el capitán Zajac, a diferencia de los edulcorantes como el azúcar, la miel o la melaza, los de alta intensidad añaden pocas o ninguna caloría a los alimentos a los que dan sabor. Además, en general, los edulcorantes de alta intensidad no elevan el nivel de azúcar en la sangre.

La FDA aprobó un nuevo edulcorante de alta intensidad llamado advantame.

El advantame, que aún no tiene un nombre comercial (tal como Sweet’N Low, una marca de sacarina, o Equal, una de aspartame), fue aprobado como un nuevo aditivo alimenticio a usarse como edulcorante y para mejorar el sabor de los alimentos, excepto el de la carne de res y de las aves de corral.

Entre los ejemplos de usos para los cuales se ha aprobado el advantame están los productos horneados; las bebidas sin alcohol (incluyendo los refrescos o gaseosas); la goma de mascar; las golosinas y los merengues o glaseados; los postres congelados; las gelatinas, pudines y flanes; las jaleas y mermeladas; las frutas en conserva; y los jugos de frutas, los aderezos y los jarabes.

¿Cómo sabe uno que es seguro?

Por ley, la FDA tiene que evaluar la inocuidad de todo aditivo alimentario nuevo antes de que pueda comercializarse. El proceso inicia cuando una empresa envía una petición procurando la aprobación de la FDA para algún aditivo alimentario; se hace una excepción para las sustancias “generalmente consideradas seguras” o GRAS (por sus siglas en inglés), porque los expertos en la materia generalmente consideran estas sustancias como seguras en las condiciones de uso indicadas y, por tanto, están exentas de pasar por el proceso de aprobación de los aditivos alimentarios.

El capitán Zajac explica que los científicos de la dependencia examinan minuciosamente todas las pruebas científicas presentadas por la empresa para asegurarse de que el producto sea seguro para el uso previsto.

“Para determinar la inocuidad del advantame, la FDA analizó los datos de 37 estudios realizados en animales y en humanos, diseñados para identificar posibles efectos tóxicos (perjudiciales), entre ellos sus efectos sobre los sistemas inmunológico, reproductivo y del desarrollo, y nervioso”, informa el capitán Zajac.

Químicamente, el advantame está relacionado con el aspartame, y ciertas personas deben evitar o restringir el consumo de este último. Para ello, la FDA evaluó si las mismas personas también debían evitar o restringir su consumo de advantame o no.

Quienes padecen fenilcetonuria (PKU, por sus siglas en inglés), un desorden genético poco común, tienen dificultad para metabolizar la fenilalanina, un componente tanto del aspartame como del advantame. A los recién nacidos se les hace una prueba “del talón” común y corriente para la detección de la fenilcetonuria antes de salir del hospital.

Los alimentos que contienen aspartame deben tener una declaración informativa para los fenilcetonúricos, alertándolos sobre la presencia de fenilalanina. Pero el advantame es mucho más dulce que el aspartame, de modo que sólo se necesita una cantidad muy pequeña para obtener el mismo nivel de dulzura. En consecuencia, los alimentos que contienen advantame no tienen que llevar esa declaración.

Cinco ya se comercializan

El edulcorante de alta intensidad de más reciente aprobación por la FDA fue el neotame (o Newtame, por su nombre comercial), en 2002. Los otros cuatro disponibles en el mercado son:

  • La sacarina, que fue descubierta y utilizada por primera vez en 1879, antes de que el procedimiento para la aprobación de los aditivos alimentarios entrara en vigor en 1958. Entre sus marcas comerciales están Sweet’N Low.
  • El aspartame, que fue aprobado por primera vez para su uso en 1981. Entre sus marcas comerciales están Equal. El acesulfamo k (o ace k), que fue aprobado por primera vez para su uso en 1988. Entre sus marcas comerciales están Sweet One.
  • La sucralosa, que fue aprobada por primera vez para su uso en 1998. La marca comercial es Splenda.
  • Además de los seis edulcorantes de alta intensidad que están aprobados por la FDA como aditivos alimentarios, la dependencia ha recibido, y no ha puesto en tela de duda, avisos GRAS para dos tipos de edulcorantes de alta intensidad a base de plantas o frutas: ciertos esteviósidos obtenidos de las hojas de la planta estevia (Stevia rebaudiana (Bertoni) Bertoni) y extractos de la fruta Siraitia grosvenorii Swingle, también conocida como luohan guo o la fruta del monje.

Aunque estos edulcorantes de alta intensidad se consideran como inocuos para los usos indicados, algunas personas pueden ser especialmente sensibles o presentar reacciones adversas a cualquier sustancia alimenticia. Los consumidores deben compartir con su profesional de la salud cualquier inquietud que tengan sobre las reacciones negativas a los alimentos.

Además, la FDA insta a los consumidores a denunciar cualquier efecto adverso a través de MedWatch, su programa de información de seguridad y denuncia de efectos adversos.