Piden orden ejecutiva y ley que proteja a trabajadores esenciales

Trabajadores calificados como esenciales en Nueva Jersey pidieron a la Legislatura estatal y al gobernador, Phil Murphy, que aprueben medidas que les proteja de perder el empleo si rechazan trabajar en condiciones inseguras.

Los trabajadores y varias organizadores comunitarias solicitaron al gobernador Phil Murphy emitir una orden ejecutiva que obligue a los dueños de negocios proveer material del protección a sus empleados y les de la posibilidad de rechazar trabajar en condiciones propensas al contagio del Coronavirus, sin enfrentar retaliaciones. Asimismo, el documento debe garantizar que los trabajadores tengan derecho a permanecer en cuarentena.

En la orden ejecutiva, solicitan que se incluya una línea telefónica directa de “protección de los derechos de los trabajadores”, un proceso simplificado que permita a las organizaciones de trabajadores hacer cumplir de manera rápida y efectiva las protecciones de los trabajadores durante esta crisis de salud pública. 

Varias organizaciones realizaron protestas simultaneas al frente de diferentes compañías y agencias de empleos que no cumplen con garantizar condiciones de seguridad que eviten la propagación del virus a  los empleados. En la gráfica, miembros de New Labor protestan frente a una agencia de empleo en New Brunswick.  

A través de esta línea telefónica los trabajadores pudieran solicitar información sobre sus derechos y reportar violaciones laborales como el no suministros de materiales de protección y respeto a las normativas de distanciamiento social, además de represalias por negarse trabajar en condiciones peligrosas.

La propuesta también establece sanciones a los empleadores directos o a través de agencias de empleos que no respeten las medidas de seguridad para sus trabajadores.

Durante la rueda de prensa la asambleísta demócrata Valerie Huttle anunció que presentará un proyecto de ley que otorgue a los trabajadores el derecho a negarse a trabajar si el empleador no ofrece material de protección adecuado y respeta las medidas de distanciamiento social.

“Los trabajadores esenciales han arriesgado su salud y sus vidas durante la pandemia, mientras que el resto de los residentes de Nueva Jersey permanecen en sus casas. La salud, el bienestar y la vida de estos trabajadores, muchos de los cuales son afroamericanos y latinos, deben anteponerse a las ganancias y la productividad. Me enorgullece presentar un proyecto de ley que defienda a nuestros trabajadores esenciales y garanticen que puedan hacer valer sus voz. Necesitamos protecciones para nuestros trabajadores y esta legislación es un paso crítico en la dirección correcta”, señaló la asambleísta.

TRABAJADORES PROTESTAN

Varios trabajadores realizaron protestas simultaneas a través del estado para denunciar que se contagiaron con el coronavirus y que algunos de sus compañeros han muerto debido a las condiciones en sus centros de empleo.

Denunciaron que no se les ha provisto de mascarillas ni guantes ni se impuso el distanciamiento social requerido por autoridades sanitarias ni han sido desinfectados sus centros de empleo.

Carmen Pérez trabajaba en una fábrica de perfumes y aseguró que perdió el empleo tras haber denunciado públicamente la situación en medio de la pandemia del coronavirus.

“No nos dieron guantes, ni tapabocas ni había separación. No se hicieron responsables, no nos protegieron de nada. Decidí hablar con los medios (de prensa) y hubo represalias. Me dijeron que no había más trabajo para mí. Murió mucha gente porque los dueños no hicieron nada”, dijo la inmigrante, que también contrajo el virus.

“Es una fábrica de perfumes, ahí hay alcohol y ni siquiera eso nos dieron”, argumentó, mientras que Hilario Franco, que trabaja en un almacén, dijo sentirse como un trabajador “desechable”.

Franco también dijo haberse contagiado con la pandemia que asegura fue en su centro de empleo y que no le pagaron los días que estuvo fuera por enfermedad.

Aseguró además durante la conferencia de prensa que sus compañeros temen hacer denuncias porque el miedo a represalias que les lleva a perder el empleo.

Las denuncias sobre las condiciones de empleo se escucharon también de trabajadores agrícolas como Cruz Márquez, que se ha dedicado a ese oficio durante once años.

“En esta temporada de cosecha de ‘blueberries’ (arándanos) en que nos tenemos que juntar 30 o 40 personas nos sentimos inseguros por el contagio del virus o cualquier otra enfermedad”, señaló.

El trabajador agrícola se unió a sus compañeros para denunciar que no tienen libertad de decir “que no queremos trabajar en esas condiciones, sin miedo a que nos corran y perdamos la casa”.

“Necesitamos una ley que diga que no tendremos represalias. Muchos (empleadores) aprovechan su poder y que somos trabajadores esenciales para obligarnos a trabajar en esas condiciones”, indicó.

“Tenemos familia y mucha gente que dependen de nosotros y si no podemos decir que no queremos trabajar por miedo a infectarnos y a que nos corran, necesitamos tener una ley que diga que tenemos derechos porque ahora si lo decimos no tenemos respaldo”, dijo.