EEUU abre el proceso de solicitud de permisos migratorios para venezolanos

Estados Unidos inició el proceso de solicitudes para acceder a los 24.000 permisos migratorios temporales para venezolanos, como parte del pacto cerrado con México para reducir los cruces de migrantes en la frontera.

“Esperamos que este esfuerzo reduzca los números récord de venezolanos que buscan entrar de manera irregular a Estados Unidos”, explicó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en su página web.

El Gobierno de Joe Biden anunció la semana pasada un nuevo plan migratorio por el cual ofrecerá 24.000 permisos para venezolanos pero devolverá a México a todos los que crucen la frontera de forma irregular. Estados Unidos ya ha comenzado las deportaciones en la frontera.

El programa, llamado “Proceso para Venezolanos”, ofrece a aquellos que tengan un patrocinador dentro de Estados Unidos un permiso para viajar al país por avión y permanecer en el país por un periodo temporal de dos años durante el que podrán acceder a un permiso de trabajo.

Estados Unidos solo aprobará 24.000 permisos de este tipo, un número inferior al número de venezolanos que cruzaron la frontera con México solo en el mes de septiembre: 25.521.  

La decisión de ampliar el número de beneficiarios del programa dependerá del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, informó la dependencia. 

NECESITAN PATROCINADOR

El proceso para aplicar al permiso se hace a través de internet y es el patrocinador quien debe iniciar la solicitud, demostrando que tiene suficientes recursos financieros para apoyar al posible beneficiario por un periodo de dos años. 

Los patrocinadores tienen a su vez que tener un estatus legal en Estados Unidos, que incluye asilo político y estatus de protección temporal (TPS). 

Tanto los beneficiarios como los solicitantes deberán pasar por un control de antecedentes de seguridad. 

Del programa están excluidos los venezolanos que hayan sido deportados de Estados Unidos en los últimos cinco años, que hayan cruzado de manera irregular la frontera con México o que hayan entrado también de manera irregular a Panamá o México antes del 19 de octubre.

Tampoco pueden obtener el permiso las personas que tengan doble nacionalidad o residencia permanente de otro país o los menores de edad que viajen sin un acompañante.

COMIENZAN LAS DEVOLUCIONE

Cientos de venezolanos ya han sido devueltos a México desde que Washington anunció las nuevas medidas la semana pasada, que han sido criticadas por grupos en defensa de los derechos de los migrantes. 

“Este programa de alivio solo beneficia a los venezolanos menos vulnerables – los que tienen lazos en EE.UU., documentos válidos y pueden pagar solicitudes de trabajo- y deja a muchos otros dando tumbos”, dijo Yael Schacher, directora para América de la organización Refugees International.

Estados Unidos ha visto en el último un año aumento en el número de venezolanos que cruzan la frontera con México: entre octubre de 2021 y agosto de 2022, más de 150.000 venezolanos han sido arrestados en la frontera sur de EE.UU, en comparación con los 50.499 en el mismo periodo del año pasado.

Debido a que Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Venezuela, las autoridades migratorias no podían deportar a Venezuela en vuelos a quienes fueran arrestados cruzando la frontera. 

Ahora, con un nuevo acuerdo, México aceptó recibir en su territorio a los venezolanos que sean devueltos.

El Gobierno de Biden justifica esta medida como una implementación del Título 42, una normativa de salud pública impuesta al inicio de la pandemia de covid-19 y heredada de la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021). 

MILES VARADOS EN SELVA DE PANAMÁ

“Ya no (quiero ir a EE.UU.). Ya no es secreto que está todo cerrado. Ya de mi parte quisiera devolverme”, comenta a EFE el venezolano Carlos Figueroa, de 28 años, desde un albergue panameño en una zona de la selva del Darién junto a miles de migrantes y tras enterarse que EE.UU. cerró sus fronteras terrestres a todos los nacionales de Venezuela que lleguen por tierra.

“Eso son guerras psicológicas”, le interrumpe otro migrante en la estación de recepción migratoria de San Vicente -uno de los dos albergues humanitarios que mantiene Panamá- al que llegan los transeúntes tras cruzar el Tapón de Darién, la peligrosa selva que comparten Panamá y Colombia como frontera, por la ruta de Canaan Membrillo durante casi una semana.

Figueroa se despide del “sueño americano” porque en el albergue “para nadie es ya un secreto que la frontera está cerrada” y “todo el mundo ha visto las redes sociales”.

 “No hay peor ciego que el que no quiere ver. Entonces, invertir lo poco o mucho que uno tiene para quedarse en México botado”, se lamenta el joven venezolano.

“Estamos intentando hablar con migración. Yo por mi parte dije que tengo mi dinero. Que nos brinden la facilidad de un vuelo para volver a Venezuela o yo tengo papeles en Perú. Lo que quiero es salir de aquí, mi familia está desesperada y preocupada”, relata Figueroa.El reclamo del migrante no dista de lo que ya sucede en México, donde un grupo de sus compatriotas ha solicitado al Gobierno mexicano que los deporte a su país de origen, o a lo más cercano a Colombia.