Oculta a plena vista: cómo la trata de personas afecta a las comunidades de NJ

La trata de personas es el comercio de seres humanos para trabajos forzados, esclavitud sexual o explotación sexual comercial. Investigamos su impacto en el estado de Nueva Jersey.

Matt Fagan NorthJersey.com

Mencione la palabra tráfico sexual y para muchos le vienen a la mente, Jeffrey Epstein y las mujeres jóvenes a las que llevó en avión desde Teterboro a su rancho en Nuevo México y su isla en el Caribe.

Sin embargo, los tipos como Epstein son más la excepción que la regla, y el tráfico sexual, si bien es la forma más frecuente de tráfico de personas, es solo una de las innumerables formas en que las personas quedan atrapadas en la forma moderna de esclavitud.

El hecho es que la trata de personas es un sucio secreto escondido a simple vista. Y Nueva Jersey no es una excepción, afirmó Ali Boak, quien dirige el Centro Global sobre la Trata de Personas de la Universidad Estatal de Montclair.

“No es el crimen organizado ni los peces gordos como Epstein”, afirma Boak, quien añade que esto está sucediendo localmente, especialmente en comunidades en desventaja, como las comunidades negra, latina, LGBTQ y discapacitada. “Tenemos a quienes se aprovechan de estas personas en todo el estado”.

El complicado tema de la trata de personas es el foco de una investigación realizada por NorthJersey.com y The Record para arrojar luz sobre el problema. La serie se centra en explicar el tema, cómo un grupo de Nueva Jersey lo combate, la historia de supervivencia de una víctima local y cómo ciertos grupos de personas pueden quedar atrapados.

Según Daniela Peterka-Benton, directora académica del Centro Global sobre la Trata de Personas de la Universidad de Montclair, Nueva Jersey tiene condiciones ideales para la trata de personas, dada su densidad y diversidad de personas y su proximidad a la ciudad de Nueva York, Filadelfia y Atlantic City.

El Estado Jardín se encuentra directamente en el corredor I-95, que tiene mucho tráfico y personas marginadas que se mueven a través de él.

“La gente está luchando”, afirma Peterka-Benton. “Las condiciones económicas son bastante difíciles, particularmente para los más vulnerables”.

El problema está atrayendo cada vez más la atención. Bancos como Valley National se están asociando con grupos que incluyen Church and Community Abolition Network, o CAN por su siglas en inglés, para ayudar a combatir un problema que está creciendo a nivel local, nacional y mundial.

Mandy Bristol-Leverett de CAN dijo que su organización encontró que esto es un problema “prevaleciente en todas las comunidades”.

Todos los 565 municipios de Nueva Jersey han tenido casos de negocios que emplean trabajo forzado, servidumbre doméstica, tráfico sexual comercial o depredadores que están al acecho de jóvenes y personas vulnerables, destacan los investigadores.

No es una hipérbole. Realice una búsqueda rápida de notas periodísticas recientes de NorthJersey.com y encontrará:

• Una mujer de Teaneck acusada de traer a 50 mujeres de México para trabajar como prostitutas.

• Una mujer del norte de Nueva Jersey obligó a una ciudadana de Sri Lanka a ser ama de llaves y niñera en sus propiedades en Woodland Park.

• Un hombre de Dover sentenciado después de admitir ante los fiscales del condado de Morris que usó drogas y amenazas para obligar a dos mujeres a trabajar como prostitutas.

• Un templo en Robbinsville fue objeto de una demanda después de traer a trabajadores de la India para construir un templo a quienes tan solo les pagaban $1,20 al día.

El denominador común para atrapar a los trabajadores parece ser el dinero. Se estima que la trata de personas es la tercera actividad delictiva más grande del mundo, con una recaudación anual de más de $150 mil millones.

La trata de personas es el comercio de personas con fines de trabajo forzado, esclavitud sexual o explotación sexual comercial para beneficio del traficante u otros.

¿Quiénes son las víctimas de la trata de personas?

Las estadísticas varían, pero según el FBI, solo en los EE. UU., las víctimas se cuentan por cientos de miles y en todo el mundo el número es de alrededor de 30 millones.

El tráfico a menudo puede pasar desapercibido porque la gente piensa que los esclavizados son retenidos a la fuerza o son adictos a las drogas, pero en realidad los medios de control suelen ser algo más sutiles, explica Boak.

“Lamentablemente, no hemos podido progresar”, señaló Boak, cuyo interés en combatir la trata de personas comenzó mientras trabajaba con el Cuerpo de Paz en los estados bálticos. Afirmó que el programa de MSU sobre trata comenzó oficialmente en 2018, pero en realidad evolucionó a partir de la tradición de la universidad de trabajar con los grupos marginados de la sociedad.

La iniciativa de la Universidad Estatal de Montclair (MSU, por sus siglas en inglés) espera darle un golpe a la trata reinventando la respuesta a este problema dentro de las comunidades de los EE.UU. y de todo el mundo al empoderar a los sobrevivientes.

Uno de esos enfoques es comprender mejor la experiencia de los sobrevivientes, quienes pueden ayudar a eliminar las medidas ineficaces.

“Por supuesto que no va a funcionar si no se involucra a las personas afectadas”, afirmó Boak.

Hay mucho trabajo por hacer. Y el desafío de evaluar el verdadero alcance de la trata de personas permanece.

“Lamentablemente, la recopilación de datos no es tan buena”, dijo Boak. “Hay muy poca recopilación de datos sistémicos”.

Un estudio en el que MSU está trabajando espera abordar eso.

Anila Sabiko Duro, profesora adjunta en el departamento de derecho, ciencia policial y administración de justicia penal de John Jay College, considera que se necesita más capacitación por parte de las fuerzas del orden.

La falta de capacitación a menudo conduce al arresto de las trabajadoras sexuales, pero no se reconoce que con frecuencia son objeto de trata.

Otros no ven los hilos invisibles que atan al traficante del traficado.

Sin embargo, en realidad, la mayoría de los traficantes utilizan medios psicológicos contra las víctimas como engañar, defraudar, manipular o amenazar para que se prostituyan o sean víctima de explotación laboral.

“El factor de riesgo número uno es ser joven”, dijo Bristol-Leverett, de CAN.

Los jóvenes no suelen ser secuestrados sino “preparados” por quienes se aprovechan de ellos.

“La edad promedio es entre 11 y 14 años”, afirmó.

Muchos de los niños han sido abusados ​​sexual o físicamente, y aquellos que los esclavizan encuentran a las potenciales víctimas más vulnerables en los centros comerciales, en los programas extracurriculares y en línea en Internet.

A menudo, se cree que los objetivos de los traficantes son “niños desechables”, o aquellos que nadie buscará.

Los mayores factores de riesgo además de la edad son: la pobreza, la educación limitada, el desempleo o la falta de oportunidades laborales, la falta de apoyo familiar (particularmente cuando se trata de huérfanos, jóvenes fugitivos, personas sin hogar y aquellos que tienen familiares que colaboran con traficantes), un historial de abuso sexual, problemas de salud física o mental y vivir en áreas vulnerables.

Los tres tipos más comunes de situaciones de trata de personas en los EE.UU son: trata sexual, trata laboral y, trata sexual y laboral.

La mayoría de las víctimas del tráfico sexual son mujeres forzadas a realizar trabajos de servicios de acompañantes, en la industria ilícita de masajes, salud y belleza, y la pornografía.

El segundo más común es el tráfico laboral de trabajadoras domésticas, trabajadores agrícolas y ganaderos, y grupos de vendedores ambulantes.

También prevalece una combinación de explotación laboral y sexual, como una trabajadora migrante que es prostituida fuera del horario de trabajo.

Detectar el tráfico

Los traficantes intentan pasar desapercibidos, pero tienen que vivir en el mundo real. Eso significa que los traficantes usan los bancos para depositar y lavar el dinero de sus ganancias; utilizan aviones, autobuses y taxis, y especialmente servicios de viajes compartidos como Uber, para transportar a sus víctimas.

Reservan habitaciones de hotel, a menudo en bloques, para el tráfico sexual y son usuarios activos de las plataformas de redes sociales para reclutar y publicitar los servicios de sus víctimas.

Esto significa que los posibles reclutadores pueden estar reclutando niños delante de las narices de los padres.

Las víctimas de la trata laboral son obligadas a realizar trabajos domésticos o agrícolas, entre los ejemplos más comunes. Algunos incluso les obligan a remover sus órganos para venderlos o participar en guerras o matrimonios forzados.

Los niños víctimas de la trata a menudo son utilizados para reclutar a otros niños para la trata.

Si bien la última década ha visto un aumento en la conciencia y los esfuerzos para abordar el problema, el número de víctimas continúa aumentando y los traficantes continúan operando con impunidad en todas partes del mundo.

This translation was provided by Reporte Hispano, in association with the Center for Cooperative Media at Montclair State University and is supported by funding from the NJ Civic Information Consortium. The story was originally written in English by NorthJersey.com and is being republished under a special content sharing agreement through the NJ News Commons Spanish Translation News Service.

Esta traducción fue proporcionada por Reporte Hispano, en asociación con el Centro de Medios Cooperativos de la Universidad Estatal de Montclair, y cuenta con el apoyo financiero del Consorcio de Información Cívica de NJ. La historia fue escrita originalmente en inglés por NorthJersey.com y se vuelve a publicar en virtud de un acuerdo especial para compartir contenido a través del Servicio de noticias de traducción al español de NJ News Commons.