Gastronomía trae el éxito a mexicano
El chef Leo Cervantes ha recorrido un largo trayecto desde un barrio extremadamente pobre en su México natal hasta Nueva Jersey, donde se ha convertido en un exitoso empresario que atiende en su restaurante a clientes como el cantante Bruce Springsteen.
Cervantes llegó hace 23 años a Nueva Jersey, donde trabajó como lavaplatos hasta que pudo abrir un pequeño restaurante, “Chilangos”, que entonces tenía cuatro mesas, pero que con el paso de los años creció, y con ello, sus clientes que llegaban al local atraídos por los platos mexicanos creados por el chef, a los que muchas veces bautiza con nombres de conocidos suyos, como el de Sammy Springsteen (hijo del artista).
“Vengo de un hogar donde la cocina siempre fue fresca. Éramos bien pobres, vivíamos frente a un basurero (en el Distrito Federal) y siempre teníamos que comer fresco porque no había refrigerador ni estufa. Mi madre, Abigail Soto, iba al mercado varias veces al día”, recordó Cervantes. “Nos tocaba cocinar con mi madre porque ella no quería que estuviéramos en la calle. Nos mantenía ocupados. No teníamos piso, porque era de tierra, pero nos ponía a barrer, entre otras cosas en el hogar”, afirmó con orgullo Cervantes, que hace diez años estableció su restaurante en la playa de Sandy Hook, en el condado de Monmouth, Nueva Jersey.
El mexicano, que ha ganado varios premios, destacó además con satisfacción que cuenta con la selección más grande de tequilas en la costa este de EE.UU, con 270 variedades y precios que alcanzan hasta los 90 dólares el trago , lo que le valió una reseña del diario The New York Times.
Cervantes ha expandido su negocio y recientemente se asoció con una compañía encargada de las operaciones de un ferry que comunica Manhattan con la costa de NJ (Highlands), donde estableció un pequeño restaurante en el lugar que bautizaron como La Playa, donde además ofrecen conciertos.
Hace cuatro años compró una discoteca en la ciudad de Paterson, también en Nueva Jersey, y representa al dúo mexicano Jannymarco, intérpretes de bachata. “Dios ha sido bueno conmigo, soy muy bendecido con mi familia. Tengo mis hijos, que van a la escuela del pueblo, donde también está mi restaurante”, dijo y destacó que decidió dejar su país, a los 18 años.
Cervantes, que a veces ayuda a Jacobo, el chef mexicano de Bruce Springsteen con las fiestas del famoso artista, escribe ahora un libro “donde la receta principal es la de la vida, de que no hay que ponerle problemas” y cuenta varias anécdotas de su vida.
“Uno de mis amigos de infancia, Alfredo Ríos Galeana, dirigía una banda de roba bancos, donde estaban otros amigos” y en un intento por alejarse de esa situación solicitó el visado para viajar a EE.UU y se lo aprobaron, recordó. Agregó que pese a ello, por apoyar a otros amigos se les unió en su intento de cruzar la frontera hacia EE.UU. “Estuvimos cuatro días perdidos en el desierto, sin comida y agua. Nos encontraron y nos devolvieron a México. A los siete meses regresé con mi visado y me establecí en Nueva Jersey”, indicó.
Para Cervantes, que con su tenacidad ha logrado lo que muchos llaman el sueño americano, el éxito es “levantarse en la mañana y estar saludable, con tus hijos, tu familia, amigos y vecinos, con la gente que te quiere y poder trabajar”.
Algo que además complace al mexicano es poder haber construido una casa para su madre, que aún vive en Ciudad México.