EE UU refuerza la seguridad aérea ante una nueva “amenaza creíble” de Al Qaeda
Estados Unidos ha reforzado las medidas de seguridad en algunos aeropuertos de África, Europa y Oriente Próximo que tienen vuelos directos con ciudades estadounidenses ante la existencia de una “amenaza creíble” de que Al Qaeda ha diseñado sofisticadas bombas difíciles de detectar y el temor de que puedan ser introducidas en los aviones por terroristas con pasaportes europeos que han luchado en Siria.
El Departamento de Seguridad Nacional del Gobierno de Barack Obama anunció que las medidas de control “se incrementarán en los próximos días” -aunque no especificó en qué aeropuertos- y que se ha tomado esta decisión después de que los servicios de inteligencia alertaran de que las células terroristas de Al Qaeda en Siria y Yemen han desarrollado nuevas formas de camuflar artefactos explosivos e introducirlos en aviones comerciales.
El refuerzo de la seguridad se traducirá en inspecciones adicionales de los zapatos y los teléfonos móviles de los pasajeros por el miedo a que contengan explosivos escondidos en ellos, según fuentes de inteligencia citadas por la agencia Reuters. Washington dispone de la autorización legal de instar a gobiernos extranjeros a aumentar los controles en sus aeropuertos si cuentan con rutas aéreas directas a ciudades estadounidenses.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo que “los ajustes en las medidas de vigilancia promoverán la seguridad aérea sin provocar interrupciones innecesarias”. Y, pese a insistir en el riesgo terrorista, hizo esfuerzos por mandar un mensaje de calma y normalidad en unos días de mucho movimiento en los aeropuertos estadounidenses por la festividad del 4 de julio: “Evaluamos continuamente la situación mundial. Por tanto, esto es algo que ocurre periódicamente y la gente no debería sobrerreaccionar”.
EE UU cree que grupos de Al Qaeda en Siria y Yemen han desarrollado nuevas formas de camuflar artefactos explosivos e introducirlos en aviones comerciales. Y teme que utilicen a yihadistas con pasaporte europeo
Desde 2009 la red de Al Qaeda en la Península Arábiga ha tratado sin éxito en tres ocasiones de hacer estallar explosivos a bordo de aviones comerciales o de carga con destino a EE UU. El responsable de diseñar los artefactos, Ibrahim Hassan al-Asiri, nunca ha sido capturado y, según los servicios de inteligencia estadounidenses, ha enseñado a otros terroristas a preparar sofisticados artefactos para que puedan reemplazarle en caso de que sea asesinado.
La red de la organización terrorista en Yemen mantiene, además, lazos con los yihadistas de Jabhat al Nusra, que luchan en Siria contra el régimen de Bachar El Asad. El miedo de Washington es que algunos de los terroristas con pasaporte europeo que han estado en Siria hayan aprendido a desarrollar estos explosivos y ahora traten de detonarlos en aviones. Al disponer de pasaportes europeos, no requieren de visados para viajar a EE UU y, por tanto, levantan menos suspicacias y son más difíciles de detectar por las fuerzas de seguridad occidentales.
Los servicios de inteligencia estadounidenses estiman que una docena de ciudadanos de nacionalidad norteamericana se han unido a la causa yihadista en Siria. De hecho, el Departamento de Estado confirmó en mayo el primer caso de un estadounidense, de 22 años, en inmolarse en el país árabe al hacer estallar una bomba contra una posición del Ejército de El Asad.
Pero el principal temor son los yihadistas con pasaporte europeo, dado que las cifras son mucho más elevadas. Algunas estimaciones cifran en unos 12.000 los terroristas extranjeros en Siria, pero son pronósticos muy genéricos dada la dificultad de monitorear la situación en el país tras más de tres años de sangrienta guerra civil. La consultora de seguridad Soufan ha contabilizado alrededor de 700 yihadistas franceses, 400 británicos, 270 alemanes, 250 belgas y 120 holandeses. En el caso de España, un alto cargo del Ministerio del Interior reveló a principios de junio que al menos 50 yihadistas salieron de España para luchar contra el régimen desde que estalló el conflicto en 2011.
La preocupación en Washington es mayúscula. En mayo el Departamento de Estado avisó que Siria es un “importante” campo de batalla y de entrenamiento para el terrorismo, y puso énfasis en la necesidad de mejorar la coordinación con otros países. Y el domingo el presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió directamente de la amenaza que suponen para EE UU los yihadistas “aguerridos” europeos. “Tienen pasaportes europeos y no necesitan visados para entrar a Estados Unidos”, subrayó en una entrevista a la cadena ABC. “Estamos destinando mucho tiempo, y lo hemos hecho durante años, a mejorar la inteligencia para responder a eso”.
Los temores de los servicios de inteligencia europeos y estadounidenses cristalizaron en un ataque concreto a finales de mayo, cuando un yihadista de nacionalidad francesa que había combatido en Siria mató a cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas.
Coincidiendo con el refuerzo de la seguridad en los aeropuertos, la Embajada de EE UU en Argelia advirtió este jueves de la posibilidad de un ataque terrorista en Argel, informa Reuters. La Embajada emitió un comunicado en el que recomienda evitar hoteles de propiedad y gestión estadounidense durante el viernes y el sábado, los días de la independencia de EE UU y Argelia, respectivamente.