New York aprueba el ID para indocumentados
El Concejo Municipal de Nueva York aprobó por mayoría la creación de un documento de identidad (ID) que permitirá a los inmigrantes ilegales de la ciudad acceder a diferentes tipos de servicios.
“No vamos a permitir que algunos de nuestros vecinos sigan en las sombras por su estatus migratorio”, dijo la presidenta del Concejo Municipal, la puertorriqueña Melissa Mark-Viverito, tras la votación que terminó con 43 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones.
Para solicitar la nueva tarjeta solo hará falta presentar un certificado de nacimiento o un pasaporte extranjero en regla y demostrar residencia en la ciudad con nóminas de trabajo o facturas de electricidad y gas.
“El documento de identidad municipal es algo más que una simple tarjeta porque dignifica a las personas que viven en las sombras”, dijo el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, quien destacó que el ayuntamiento ya está preparado para empezar a emitir las tarjetas.
Además de beneficiar a los inmigrantes indocumentados, la nueva tarjeta, que se espera que empiece a emitirse a finales de año o principios de 2015, ayudará a identificarse a otros colectivos como los transexuales o las personas sin hogar.
Desde la Coalición del Inmigrante de Nueva York celebraron que con el documento los indocumentados podrán tener acceso a trámites bancarios, alquiler de viviendas, servicios de salud, acceso a bibliotecas o presentar denuncias ante la policía.
El nuevo carné de identidad municipal no podrá utilizarse como una licencia de conducir, no tendrá validez federal ni permitirá buscar trabajo y tampoco servirá como identificación para comprar tabaco o alcohol.
Un mes después de llegar al ayuntamiento, el alcalde De Blasio anunció en febrero pasado su intención de crear el nuevo carné, siguiendo los pasos de otros lugares como New Haven (Connecticut), el primer municipio que aprobó una tarjeta municipal.
En 2007, el entonces concejal Hiram Monserrate presentó por primera vez un proyecto para otorgar carnés de identidad a los indocumentados, pero en ese momento no hubo la voluntad política para evaluarlo.