Aplastante victoria de Holanda sobre España

Nunca un campeón del mundo había recibido una goleada tan abultada. Hoy, España pasa directamente a la historia negra del fútbol con un 1-5 duro de digerir y que bien ha celebrado una Holanda rápida y acertada ante un Casillas superado en todo momento. El pase de la roja se complica por la derrota y la goleada.

Fue el peor debut de España en un Mundial, la peor manera de que La Roja se estrenara en la cita mundialista como campeona del mundo: el equipo de Vicente del Bosque recibió cinco tantos con los que Holanda remontó el gol inicial, marcado de penalti por Xabi Alonso tras una falta en el área sobre Diego Costa. La subcampeona de 2010 compitió un partido de pierna fuerte y tuvo dos velocidades más que la campeona de 2010. España, que ahora se medirá con Chile y Australia, ve doblemente dificultada su clasificación para octavos, donde los dos primeros equipos de su grupo se cruzan con los del grupo de Brasil (A). A la derrota se une la goleada, que la penaliza en caso de empate en la clasificación, y un torrente de datos dolorosos.

Fue la derrota por más diferencia de un campeón. España no recibía cinco goles desde el 2-6 contra Escocia en 1966. En 21 minutos, La Roja recibió más goles (3) que en todo el Mundial de 2010. Del Bosque apostó por un once reconocible, con ocho futbolistas de los que celebraron aquel triunfo de Sudáfrica, todos los que pisaron de inicio el césped menos Azpilicueta, Alba y Costa. Holanda, mucho más renovada, siguió sin embargo dependiendo de quienes entonces fueron sus señas de identidad: Sneijder, Robben y Van Persie.

De nada le sirvió a la campeona el dominio inicial, al ritmo de Xavi, ni el gol con el que se adelantó. Silva tuvo el segundo, que se marchó al limbo con un tiro de cuchara. Corría la primera parte. La Roja ya pensaba en entrar al vestuario por delante. Apareció entonces Van Persie para marcar de un cabezazo el gol del empate, en el que aprovechó el océano que mediaba entre Piqué y Ramos, los centrales españoles, y su capacidad técnica para dejar una obra de arte en forma de testarazo. Holanda, que presionaba bien arriba, no solo se marchó a la caseta con el duelo igualado. Supo interpretar la descoordinación de los centrales españoles. Se lanzó al abordaje… y alcanzó una goleada dolorosa para España.

El campeón se quedó boquiabierto, descolorido y dolido en lo más profundo. Preguntándose qué pasaba entre Piqué y Ramos, retratados en el segundo tanto. Quejándose del tercero, cuando Van Persie pareció cometer falta sobre Casillas. Lamentándose por la capacidad de los contrarios para aprovechar los espacios generados en las espaldas de los defensas españoles. El campeón, como en 2010 (Suiza), arrancó perdiendo. Al contrario que entonces, la derrota fue de las que dejan heridas abiertas. En Brasil, ya no hay margen de error para España.