La inmunoterapia como tratamiento contra el cáncer avanza positivamente
La inmunoterapia como método para combatir el cáncer y la combinación de fármacos volvieron a ser protagonistas de la reunión de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO).
En Chicago se dieron cita más de 25.000 expertos de todo el mundo, en un congreso que este año celebró su 50 edición bajo el lema “Ciencia y sociedad: los próximos 50 años”.
Como en la edición anterior, la inmunoterapia volvió a ser foco del debate. Las células tumorales pueden ser identificadas como extrañas por las células del sistema inmune, desencadenando así una respuesta que las destruye, pero no siempre funciona, ya que éstas consiguen escapar de este mecanismo de destrucción.
Los científicos conocen ya aspectos importantes de cómo los tumores se protegen de esta maquinaria y en la reunión se dieron a conocer avances en melanoma, vejiga y cáncer de cérvix.
Por ejemplo, se presentó la primera terapia inmunológica de nueva generación capaz de reducir los tumores en cáncer de vejiga, enfermedad en la que no se han logrado avances terapéuticos en casi 30 años.
En concreto, los investigadores, de centros de EE.UU., Francia y España usaron un fármaco -un anticuerpo monoclonal- en investigación diseñado para bloquear una proteína llamada PD-L1.
En melanoma también hubo avances: tres investigaciones de la Universidad de California, de Yale (ambas en EE.UU.) y el Centro Gustave Roussy (Francia), que demostraron la eficacia de la inmunoterapia para aumentar la supervivencia global de los pacientes o reducir el riesgo de recaída.
Aunque pequeño, ASCO también destacó uno sobre cáncer de cérvix causado por el virus del papiloma humano, en el que se aplicó una nueva terapia personalizada, basada en células T, con “resultados prometedores” que consiguió remitir completamente el cáncer en dos mujeres con metástasis, sin que volviera aparecer en un año.
En inmunoterapia “vamos avanzado mucho, en poco tiempo se ha evidenciado que esto puede ayudar a pacientes”, concluyó Antoni Ribas, de la Universidad de California.
En cuanto a la combinación de moléculas, se presentaron, entre otros, datos en cáncer de ovario: el Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston constató que la combinación de dos fármacos experimentales (olaparib y cediranib) evita, de manera más eficaz, la progresión del tumor en pacientes que han sufrido recaída, lo que podría suponer una alternativa a la quimioterapia.
El foro más importante del congreso es el plenario y allí se discutieron cuatro trabajos muy esperados por los oncólogos que, gracias a ellos, podrán afinar su práctica clínica. Próstata, colorrectal y mama centraron estas investigaciones, que ayudarán a que los pacientes “vivan más y mejor”, afirmó el presidente de ASCO, Clifford A. Hudis.
En mama, el Instituto Oncológico del Sur de Suiza mostró en mujeres premenopáusicas que el medicamento exemestano previene de manera más eficaz que tamoxifeno la reincidencia del cáncer, cuando se suma a la supresión de la función ovárica (se evita temporalmente la producción de estrógenos, que favorecen la generación de cáncer).