Greencard Warriors, inmigrantes en el ejército
“Greencard Warriors”, la cinta que aborda el drama de las familias de inmigrantes indocumentados que buscan el sueño americano a través del Ejército, se estreno en Nueva York, Los Ángeles y San Diego.
Escrita y dirigida por la cineasta holandesa Miriam Kruishoop, la película rodada el año pasado entre California y Nueva York se estrenó oficialmente en octubre pasado durante la décima edición del Los Angeles Latino Film Festival.
“Desde el minuto uno me fascinó el guión. Lo leí cuatro veces, lloré un montón y cuando hablé con la directora le dije que yo tenía que estar en esta película”, dijo antes del estreno uno de sus protagonistas, el dominicano Manny Pérez.
“Greencard Warriors” narra la historia de Ángel (Ángel Amaral), un adolescente salvadoreño sin papeles, y de su familia, radicada en Los Ángeles, que luchan a diario por encontrar su lugar en la sociedad estadounidense.
Con la promesa de una “green card” (tarjeta de residencia) para la familia, reclutadores del Ejército ofrecen al padre de Ángel (Manny Pérez) la oportunidad de acceder a un mejor futuro si envía a su hijo mayor a las Fuerzas Armadas.
Aunque en la película no se plantea directamente el debate sobre la reforma migratoria, sí aborda el llamado “ARMS Act”, una especie de “Dream Act” que sólo abre una vía para la legalización a los estudiantes indocumentados que presten servicio militar.
“Resulta que mando a mi hijo a pelear por el país”, cuenta el actor sobre su papel en la cinta, ambientada en las guerras de Irak y Afganistán. “Un padre que no sabe cómo vivir con esa culpa, un padre que se está muriendo por dentro”, añade.
Con su hermano mayor ya sirviendo en el Ejército, Ángel y su novia se involucran en una pandilla local mientras que a la familia no le queda más remedio que afrentar las consecuencias trágicas de las decisiones que han tomado.
“Al final, no deja de ser la historia de muchos otros padres que solo quieren lo mejor para sus hijos, como el mío, que luchó toda su vida para sacarnos a adelante, a mí y a mis diez hermanos”, explica Pérez, uno de los actores latinos de moda en Hollywood.
Rodada en “spanglish”, el actor aún conserva un marcado acento dominicano pese a que llegó a Nueva York a los 11 años de edad, de ahí que se pasó tres semanas antes de la grabación con una familia salvadoreña de East Los Ángeles para aprender su acento.
Pérez, “fascinado” por el hecho de que una cineasta holandesa se haya interesado en abordar “un problema muy de los hispanos” en Estados Unidos, se deshace también en elogios hacia su compañero de reparto, el joven actor Ángel Amaral.
Ángel hace una actuación “tremenda”, un muchacho que tenía 12 años cuando se filmó en las calles de Los Ángeles y que “borda” su primer papel protagonista, según el actor, a quien le gusta ayudar a su comunidad abordando temas que preocupan a la gente.
“No soy uno de los activistas que se tira a la calle para luchar por la comunidad, pero sí que me gusta buscar guiones que plantean temas actuales y contribuir a abrir un diálogo en la sociedad”, explicó el protagonista de otras cintas como “Amexicano” (2007).
Manny Pérez cuenta que reparte ahora su tiempo entre su papel de terrorista venezolano en la serie “Homeland” y el próximo estreno de “Love Is Strange”, de la directora Ira Sachs, y mientras continúa leyendo nuevos guiones en busca de su siguiente reto.
“El cine latino está creciendo cada vez más rápido. En mi país se rodaron 24 películas el año pasado y para 2014 están previstas 42”, destacó el actor, quien se prepara ya para otra cinta en su República Dominicana natal de la que aún no puede hablar.