Debate sobre documento nacional de identidad
Bill Clinton y Jimmy Carter dieron esta semana un consejo al presidente Barack Obama: si está verdaderamente preocupado por las trabas a las minorías a la hora de votar, quizá sea el momento de plantearse la posibilidad de avanzar hacia una tarjeta de identificación nacional con fotografía.
El debate comenzó cuando el exalcalde de Atlanta (Georgia) Andrew Young puso sobre la mesa una peculiar idea: añadir una fotografía a las tarjetas de seguridad social, con el fin de ayudar a los más vulnerables a superar las trabas generadas por el aumento de requisitos para votar en varios estados.
Para promocionar su propuesta, Young envió a la Casa Blanca un documento de seguridad social con la fotografía de Obama pegada, y entregó uno similar al expresidente Bill Clinton durante una conferencia celebrada en Austin (Texas) para conmemorar el 50 aniversario de la firma de la Ley de Derechos Civiles.
La reacción de Clinton no se hizo esperar: durante su discurso en esa conferencia, respaldó la propuesta porque “identifica una solución que elimina los errores” que podrían llevar al fraude electoral sin provocar que se “divida el país”; y el también exmandatario demócrata Jimmy Carter se sumó asimismo a la idea.
La Casa Blanca ha sido más prudente. El portavoz de Obama, Jay Carney, aseguró que el Gobierno no ha podido aún “revisar todas las implicaciones de esa idea”, pero el mandatario quiere “hacer más fácil que cada ciudadano elegible pueda votar”.
Obama quiso certificar esa idea con un enérgico discurso en Nueva York en el que alertó de que “el derecho a votar está amenazado hoy” de una forma sin precedentes “en casi cincuenta años” debido a las leyes estatales impulsadas por republicanos para exigir documentos de identidad con fotografía en las urnas.
Dieciséis estados han aprobado hasta ahora normativas que incluyen ese requisito, y las más estrictas son las de Texas, Virginia, Tennessee, Misisipi, Georgia, Arkansas, Indiana y Kansas, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales (NCSL).
Esas leyes, aplicadas para impedir el fraude electoral, perjudican, según sus detractores, a las minorías, los ancianos o a quienes tienen bajos ingresos, entre los que es más común no tener una forma de identificación con foto por falta de acceso a los documentos necesarios o de dinero para pagar las tasas. “Como presidente, no voy a dejar que esta supresión de votantes quede sin respuesta”, advirtió Obama, quien alega que esas leyes buscan atacar a una importante base de votantes demócrata.