Mujeres mandan más remesas que hombres

Las mujeres en EEUU se las ingeniaron para enviar remesas con más frecuencia que los hombres.

Según el informe, el total de remesas enviadas en 2012 desde el exterior a América Latina y el Caribe fue de $61,000 millones, lo que puede jugar un papel clave para su desarrollo. Otros estudios han vinculado el envío de remesas con el bienestar de los hogares, proyectos comunitarios y la economía en los países receptores, y el creciente papel de la mujer.

En promedio, las mujeres enviaron remesas 13 veces al año, en comparación con 11 en 2009, mientras que los hombres enviaron 12 veces, sin cambios desde hace cinco años.

Las remesas de las mujeres fueron de $207 cada una, mientras que las de los hombres fueron de $229.

Cerca de la mitad de los 21.3 millones de inmigrantes latinos en EEUU son mujeres, y son cada vez más prominentes en el envío de remesas, según el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que comisionó el informe.

El documento, realizado en base a entrevistas a 2,000 inmigrantes de América Latina y el Caribe en Nueva York, Chicago, Miami, Los Angeles y Washington, DC, ofrece una radiografía de sus finanzas.

Más del 60% tiene cuentas bancarias en EEUU, el 46% está libre de deudas y un 33% dijo deber menos de $2,000. Más del 67% dijo ahorrar dinero, pero sólo el 26% de éstos lo hizo mediante una cuenta bancaria en el último año.

Tras la recesión de 2008, uno de cada tres migrantes afronta precariedad económica y las mujeres, los recién llegados, y los que tienen bajos niveles de educación o no están regularizados figuran entre los más vulnerables, si bien han mejorado ligeramente sus ingresos, ahorros y envío de remesas.

El autor del informe, Manuel Orozco, explicó que es un problema más acentuado entre las mujeres. El 47% de ellas tiene ingresos inferiores a los $20,000 anuales, el 40% no tiene ahorros, y las que sí logran ahorrar apenas reúnen el equivalente del ingreso de dos meses.

Indocumentadas llevan peor parte

Eso se agrava en el caso de las indocumentadas, muchas de las cuales trabajan largas horas, sin seguro médicos o protecciones laborales, en particular en el sector de servicios, como empleadas domésticas, o cuidando niños o ancianos, señaló Orozco.

Estas mujeres tienen las mismas obligaciones que los hombres pero suelen ganar menos y tienen circunstancias materiales más difíciles, y “aún así, vemos cómo parecen enviar un poquito más de dinero que los hombres”, puntualizó.

Una reforma migratoria mejoraría la situación financiera de los migrantes porque, fuera de la sombra, tendrían “empleos mejor remunerados, un mejor acceso a los servicios sociales y financieros”, y eso les permitiría enviar más remesas a sus países, según el documento.