Estafadores timan a latinos con ofertas de empleos

Cuando Leandra Ovalle le dieron en la iglesia a la que asiste en Trenton el número telefónico de una persona que estaba ofreciendo trabajo de limpieza en los aeropuertos, se llenó de esperanza. Por fin podría encontrar un buen trabajo que le permita pagar todas las cuentas atrasadas y ayudar a su familia.

Emocionada llamó al número que le dieron de una persona que se hacía llamar Danny Rivera. El hispano que le contestó le dijo que le diera su información y que la llamaría después de salir de una reunión para hablarle del trabajo.

Espero emocionada…y el teléfono sonó. El hombre le comentó que trabajaba en el departamento de reclutamiento de la aerolínea “American Airline” y que podía ofrecerle un trabajo a tiempo completo para comenzar de inmediato como supervisora de limpieza, ganando entre $17 dólares a $22 dólares la hora, dependiendo del nivel de inglés que domine. “Incluso me preguntó en cuál aeropuerto me gustaría trabajar: en Newark, New York o Filadelfía”, comenta Ovalle.

Ella eligió Newark, por ser el que más conoce, y de inmediato Rivera le dijo que podía comenzar el día siguiente, pero antes debía depositar en 15 minutos $280 dólares por Wester Union para la compra de dos uniformes.

Ovalle dudó un momento, pero la necesidad de encontrar empleo y la buena remuneración que ofrecía Rivera le nublaron la razón.

Para terminar de convencerla, el estafador le aseguró que se le devolvería la mitad del dinero en el primer pago de salario y el resto en el segundo.

Ovalle cayó en la trampa. Buscó el dinero prestado con su hija y procedió a enviar $220 dólares, que fue lo que pudo acumular.

Luego de depositar el dinero Rivera le dijo que tenía que enviar $150 dólares más para el procedimiento de verificación de huellas dactilares y las pruebas de drogas. Ella le explicó que no tenía más dinero y que estas pruebas se las había realizado recientemente para otro trabajo. Medio enojado, Rivera le dijo que al día siguiente la pasarían buscando a su casa para llevarla a recoger los uniformes.

Amaneció. Ovalle esperó, esperó y esperó y nunca nadie llegó.

Nueva modalidad de estafa

Ovalle comprendió que fue estafada y buscó ayuda para poner la denuncia. La organización LALDEF de Trenton tomó su caso y procedieron a denunciar al estafador.

Revisando en el Internet descubrieron que esta es una nueva modalidad utilizada por los estafadores para timar a miembros de la comunidad hispana (vea en el Internet http://800notes.com/Phone.aspx/1-929-230-9061).

Los delincuentes proceden a llamar a iglesias y organizaciones comunitarias afirmando que representan a una línea aérea u otra compañía y que están en la búsqueda de buenos trabajadores para labores de limpieza. Confiados en las palabras de la persona, muchas instituciones de manera ingenua pasan el teléfono a su miembros, quienes luego son timados por los estafadores.

El director adjunto de la División de Protección al Consumidor de Nueva Jersey, Steve C. Lee, dijo que si bien no podía opinar sobre este caso en especifico, hablando de manera general alertó a las comunidades inmigrantes de mantenerse extremadamente cautelosos ante personas que aprovechan de hablar el idioma y pertenecer a la misma comunidad para estafar.

Lee pidió ser precavidos cuando alguien que no conocen les solicita enviar una transferencia de dinero, ya que después de hecha ésta es virtualmente imposible recuperar el dinero.

“Cada vez que alguien le pida enviar dinero es importante tomarse el tiempo para verificar de manera independiente que esa persona le está diciendo la verdad. Por ejemplo, si la persona dice ser un representante de un establecimiento comercial, usted puede hacer una llamada por separado al negocio para preguntar si lo que les están diciendo es verdad. Si usted es el representante de una iglesia u organización y alguien le pide pasar algún tipo de información a sus miembros, vale la pena ser escépticos y comprobar lo que le están diciendo antes de pasar la información”, señaló Lee, quien dijo que el Departamento que dirige investigará este caso.

Por su parte, María Juega directora ejecutiva de Laldef pidió a la comunidad hacer caso omiso si alguien pide por teléfono enviar dinero para uniformes y sacarles las huellas antes de empezar un trabajo; si lo amenazan con llamarle a inmigración si no paga un producto que usted no ordenó, como un curso de inglés; y si le piden sus datos personales, dirección, número de cuenta del banco o tarjeta de crédito. En todos estos casos recomienda colgar el teléfono y no contestar las llamadas.

Si es acosado por los estafadores, insta a denunciarlos ante la división de asuntos del consumidor (llame al 1-800-242-5846) y la policía local.

Leandra Ovalle afirma que aprendió la lección y pide a todos no caer en las trampas de los estafadores. “Hay que ser inteligentes, no podemos ir creyendo todo lo que nos dicen. Hay mucha gente mala que se dedica a robarnos el dinero que tanto nos cuesta conseguir. No sea usted la próxima víctima”.

Recuerde el dicho: “si algo es muy bueno para ser verdad, es porque no es cierto”.