Restaurante en Colorado anima a comensales a ir con sus pistolas
En el poblado de Rifle, en el estado de Colorado, Estados Unidos, hay un restaurante llamado Shooters (tiradores) en el que las camareras sirven a los clientes portando sus pistolas cargadas colgando de la cintura.
Este local ha llamado la atención, debido al debate que se ha desatado en las últimas semanas, después de que importantes cadenas de tiendas y restaurantes pidieran públicamente a sus clientes que evitaran acudir a sus negocios con sus armas a la vista.
Para los dueños de Shooters eso no es un problema e incluso animan a sus comensales a que vayan al restaurante con sus pistolas, algo que la ley de Colorado permite si se cuenta con el permiso pertinente.
En la entrada del local hay un cartel que reza: «Las pistolas son bienvenidas en nuestras instalaciones. Por favor mantengan sus armas enfundadas a menos que surja una necesidad. En esos casos agradecemos su buena y sensata puntería».
Según explicó Lauren Boebert, la propietaria del local, con su política sobre las pistolas lo que quiere es que sus clientes y empleados «puedan ejercer su derecho constitucional de llevar armas».
«En nuestra comunidad es algo normal. A nadie le importa que llevemos nuestras pistolas a la vista. Además, nuestros clientes vienen por nuestra estupenda comida, con la que hemos ganado 11 premios», asegura Boebert.
«No me da miedo que los clientes puedan ponerse violentos ya que por lo general los que llevan legalmente un arma son ciudadanos que cumplen la ley y son buena gente. Los que me preocupan son los que se oponen a ello. Hemos tenido muchos ataques verbales por parte de los contrarios a las armas y la verdad es que me alegro de que no las tengan, porque no son buena gente», dice la dueña de Shooters.
En la decoración del restaurante todo son referencias al Viejo Oeste y varias cruces de plata dejan clara la profunda religiosidad de Boebert.
«Le doy las gracias a Dios por todo esto. Este restaurante lo consagramos en su honor y él está haciendo que sea exitoso. Nos ha bendecido a nosotros y a nuestros clientes. Así que todo el mérito es de Dios», asegura la mujer.
Controversia
La política sobre las armas del restaurante Shooters no ha sido bien recibida por todo el mundo en Colorado.
Jennifer Hope, la líder de la rama en ese estado del grupo nacional Moms Demand Action for Gun Sense in America (Madres que demandan sentido común sobre las armas en EE.UU.), surgido a raíz de la matanza ocurrida en diciembre de 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown, aseguró a medios locales que su grupo no apoya portar armas de forma abierta.
«Respetamos la Segunda Enmienda constitucional -que da el derecho a portar armas-, pero no apoyamos a la gente para llevarlas como una demostración pública en lugares como tiendas o restaurantes», señaló Hope.
Precisamente el grupo de madres al que pertenece Hope es el que hace unas semanas denunció públicamente que miembros de grupos que defienden el derecho a portar armas en lugares públicos de Texas habían estado acudiendo con sus rifles a supermercados, restaurantes y otros comercios, desatando un debate nacional sobre la exhibición de armas en público.
La denuncia hizo que compañías como Starbucks, Target, Wendy’s, Applebees y Chipotle emitieran comunicados pidiendo a sus clientes que evitaran enseñar sus armas en sus locales.
Incluso desde la todopoderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) aseguraron que la exhibición de armas en público que se estaba haciendo en Texas era «una falta de consideración» y una «insensatez».
Pese a que luego la NRA pidió disculpas por esas críticas, lo cierto es que son muchos los defensores del porte de armas que creen que el mostrarlas en lugares como tiendas y restaurantes es contraproducente, ya que da argumentos a aquellos que piden leyes más restrictivas.
Debate nacional
En opinión de Adam Winkler, profesor de derecho constitucional de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA, por sus siglas en inglés) y autor del libro «Tiroteo: la batalla sobre el derecho a portar armas en EE.UU.», lo que ocurrió en Texas o la atención que se le presta a un restaurante como Shooters en Colorado, es una muestra del debate que está ocurriendo a nivel nacional sobre en qué lugares es apropiado mostrar abiertamente una pistola o un fusil.
«Una de las principales líneas de batalla entre partidarios y detractores de las armas es definir dónde la gente tiene el derecho a portarlas en público», explicó Winkler.
«¿Se pueden llevar armas en restaurantes, bares, tiendas o iglesias? Ahí está el debate y eso es un signo de cuán lejos ha llegado el derecho a portar armas en EE.UU.», aseguró el profesor de la UCLA.
En Colorado, el año pasado entraron en vigor nuevas leyes de control de armas que incluyen limitaciones sobre los cargadores de alta capacidad y la ampliación de la revisión de los antecedentes de los compradores, así como una prohibición de posesión de armas para personas acusadas de violencia intrafamiliar.
Esta regulación tiene un especial simbolismo en ese estado, en el que se han producido dos de las matanzas más recordadas de los últimos tiempos: la del Instituto de Columbine en 1999 que dejó 15 muertos y la de un cine de Aurora en 2012, en la que murieron 12 personas.
Las nuevas normas chocaron con la oposición de muchos ciudadanos de Colorado, un lugar con una larga tradición de caza y donde los rancheros están acostumbrados a ir armados para proteger sus propiedades.