Asi fue…Desfile de Fiestas Patrias del Perú

Recorriendo las ciudades de Passaic, Clifton y Paterson, encabezado por la concejal peruano-puertorriqueña Maritza Dávila, designada Gran Mariscal de la Peruavian Parade 2014, el tradicional evento unió a la comunidad peruana del área tri-estatal.

Desde hace 28 años el evento se realiza en el corazón de la comunidad peruana en Estados Unidos, Paterson. Ciudad, sin embargo, a la que no llegaron los primeros peruanos inmigrantes -todo indica que fue Nueva York el primer destino- pero sí fue el lugar de mayor concentración donde inmigraron, inicialmente, a laborar en factorías del lugar.

Así las cosas, el domingo último, a lo largo de la avenida Main, y terminando en el City Hall de Paterson, donde se levantó un estrado para las palabras de rigor, la comunidad peruana presentó lo más representativo de su baile y cultura.

La marinera peruana, el Huayno, y el baile y la cumbia de la selva, se dieron un mano a mano con los ritmos afroperuanos, como el Lando, en medio de gritos como ¡Viva el Perú Carajo! que le salió ronco a una madre de familia en Clifton.

Al mismo tiempo los tradicionales caballos de paso, capaces de danzar ritmos norteños, llegaron desde Virginia, donde se han logrado desarrollar y multiplicar lejos de el cálido norte peruano.

“Estoy verdaderamente encantada. El desfile y el festival se han desarrollado en completo orden. Hoy todo el Perú lo tenemos en Paterson, baile, comida y música. !Que más podemos pedir!,” dijo Angela Despoux, quien llegó desde Queens, Nueva York.

Por su lado las carrozas alegóricas, con los productos peruanos emblemáticos como Inca Kola, Sibarita, entidades financieras peruanas como Argenper o el banco Interbank, importadoras de productos de “nostalgia” como Peru Food o Inca Food, y la empresa Goya Foods hasta empresas como la compañía colombiana Avianca o el vino chileno “Papi”, entre otros, se esmeraron por llevar el mejor grupo musical o de danzas sobre sus tarimas.

Terminado el desfile cientos de peruanos se volcaron al festival musical, donde al paso que disfrutaban de antojitos peruanos, helados o una cerveza helada, bailaron salsa, cumbia y escucharon música criolla hasta la caída de la tarde. A pocos pasos, en la Cianci Street con la Market, la calle bullía con tambores y maracas a ritmo de salsa.