Barack Obama habla sobre situación en Missouri e Irak

El presidente Barack Obama aseguró que, pese a los avances cosechados contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), las fuerzas estadounidenses continuarán con las operaciones militares en el norte de Irak, y reiteró que se trata de una estrategia «a largo plazo».

En una intervención no prevista desde la Casa Blanca, el mandatario también anunció la construcción de «una coalición internacional» para proveer de ayuda humanitaria a los iraquíes, en la que ya están colaborando junto a Washington los gobiernos de Reino Unido y Francia.

El presidente confirmó además la recuperación de la presa de Mosul por las fuerzas iraquíes y kurdas, lo cual calificó de «paso adelante» en los esfuerzos tanto de Bagdad como de Washington, por acabar con la presencia de EI en el norte de Irak.

«Cuando se trata de la seguridad de nuestra gente y nuestros esfuerzos contra un grupo terrorista como EI, necesitamos estar juntos para resolverlo», dijo Obama en la rueda de prensa.

Agregó que uno de sus principales objetivos es lograr «aliados efectivos sobre el terreno» que colaboren para solucionar el problema.

Estados Unidos aumentó hoy, con hasta 15 ataques, los bombardeos llevados a cabo a lo largo del fin de semana en las zonas cercanas a la presa de Mosul, con el objetivo de recuperarla después de haber estado en los últimos diez días bajo control de los yihadistas.

Los ataques acabaron con nueve posiciones de combate, un puesto de control, seis vehículos armados, un vehículo blindado y otro equipado con artillería antiaérea, según precisaron fuentes militares.

Desde que comenzara la operación, hace 11 días, Estados Unidos ha ejecutado hasta 68 bombardeos selectivos contra posiciones de EI en el Kurdistán y diversos lanzamientos de víveres y equipos de ayuda para las minorías que sufrieron el asedio de los yihadistas en la zona.

La presa de Mosul es una de las principales reservas estratégicas de agua de Irak, con una capacidad de varios millones de metros cúbicos y está localizada a 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán iraquí.

Habla sobre tensión en Ferguson

El presidente señaló hoy que «no hay excusa» para los «excesos» policiales ni el «vandalismo» en Ferguson (Misuri), y anunció que el fiscal general, Eric Holder, viajará el miércoles a la localidad escenario de disturbios tras la muerte de un joven afroamericano.

«No hay excusas para el uso excesivo de la fuerza por la policía (…) La mayoría de las protestas son pacíficas, pero hay una minoría que no lo son», indicó el mandatario.

Obama comentaba así la situación en Ferguson, donde se han reproducido los disturbios y enfrentamientos con la policía tras la muerte de Michael Brown, de 18 años, por los disparos de un agente, lo que ha llevado a enviar a la Guardia Nacional para controlar la situación en esa pequeña ciudad a las afueras de San Luis (Misuri).

El mandatario subrayó que «tenía que ser muy cuidadoso para no prejuzgar» lo ocurrido antes de que concluya la investigación en marcha.

«Aunque entiendo las pasiones y el enfado que genera la muerte de Brown, dejarse llevar por ese enfado para saquear y llevar pistolas, incluso atacar a la policía, solo sirve para aumentar las tensiones y agitar el caos, socavando, más que avanzando, la justicia», agregó Obama en una comparecencia no prevista ante la prensa en su agenda.

Una vez más, el presidente volvió a insistir en la importancia de «construir y no destruir, escuchar y no solo gritar».

No obstante, reconoció que «en muchas comunidades del país existe un espacio de desconfianza entre los residentes y la policía (…) muchos jóvenes de color quedan atrás y son solo vistos como elementos de miedo».

Por último, se mostró abierto a revisar el proceso de militarización de las fuerzas policiales en EE.UU. en los últimos años para asegurar que «las diferencias» entre las fuerzas armadas y las agencias policiales «no queden diluidas».

Obama indicó que Holder viajará el miércoles para reunirse con los agentes federales que están llevando a cabo la investigación criminal sobre el terreno, y también con líderes de la comunidad.

Brown fue abatido el pasado 9 de agosto por un policía local y el informe preliminar de la autopsia privada encargada por la familia reveló hoy que había recibido al menos «seis disparos, dos de ellos en la cabeza».