Gobierno anuncia plan para quien no quiera pagar anticonceptivos por religión
El Gobierno anunció hoy un plan para permitir a ciertos grupos religiosos y algunas compañías no tener que pagar la cobertura de anticonceptivos a sus empleadas, con el fin de garantizar a esas mujeres el acceso a ese servicio sin coste adicional en sus seguros médicos.
En un intento de sortear las objeciones religiosas que han surgido a la cobertura obligatoria de anticonceptivos que exige la reforma sanitaria firmada por el presidente Barack Obama en 2010, el Departamento de Salud anunció dos nuevas medidas con las que espera superar la resistencia de muchas comunidades religiosas del país.
«Las mujeres de todo el país merecen acceso a servicios preventivos que son importantes para su salud, sin importar dónde trabajen», dijo la secretaria de Salud, Sylvia Burwell, en un comunicado.
El plan, que entra en vigor de inmediato, permite a grupos religiosos sin ánimo de lucro informar al Departamento de Salud de que se oponen a costear la cobertura contraceptiva.
A continuación, el Gobierno instruirá a la aseguradora de salud en cuestión de que debe proporcionar esa cobertura sin coste para la entidad o sus empleados.
Hasta ahora, las entidades religiosas informaban directamente de su objeción a su aseguradora, que entonces debía ofrecer la cobertura por su cuenta; pero recientemente el Tribunal Supremo prohibió temporalmente la implementación de ese sistema, por lo que el Gobierno diseñó este nuevo plan.
Además, el Departamento de Salud anunció hoy otro plan para compañías con ánimo de lucro que estén controladas por un pequeño grupo de accionistas, como Hobby Lobby, una cadena nacional de artesanías cuyos dueños son cristianos evangélicos.
En junio, el Supremo falló a favor de Hobby Lobby y otras compañías al determinar que el Gobierno no puede obligar a las empresas con objeciones religiosas a sufragar la compra de anticonceptivos a sus empleados dentro del seguro médico.
La propuesta anunciada hoy, que aún está sujeta a revisión y no ha entrado en vigor, permitiría a esas compañías con ánimo de lucro empezar a usar un formulario por el que informan a su aseguradora de que se niegan a pagar por los anticonceptivos, para que ésta proporcione entonces el servicio por su cuenta.
Varias organizaciones religiosas expresaron hoy su oposición al primero de los planes, por considerar que las obliga a ser cómplices tácitos de una cobertura que consideran inmoral.
«Esto sigue siendo un truco de contabilidad insultante, que no protege los derechos de los estadounidenses con objeciones sinceras de conciencia», dijo en un comunicado la directora del Centro para la Dignidad Humana en el grupo de presión religioso Consejo de Investigación Familiar, Arina Grossu.
En cambio, Planned Parenthood, una organización de planificación familiar que proporciona servicios de contracepción a bajo coste, celebró la medida en un comunicado al indicar que la Administración «está trabajando duro para proteger el acceso de las mujeres al control de natalidad frente a las decisiones dañinas del Supremo».
El portavoz adjunto de la Casa Blanca, Eric Schultz, pidió hoy al Congreso «actuar para asegurar que cualquier mujer afectada por las recientes acciones del Supremo logre las mismas opciones de cobertura que todas las demás».