“La Migra” le otorga un año más para quedarse en el país

Luego de semanas de angustia Catalino Guerrero y su familia respiraron con alivio esta semana luego de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) le informara a su abogado que fue aceptada la solicitud de suspensión de deportación (stay of removal) del mexicano por un lapso de un año. “Tengo una gran felicidad que no me cabe en el pecho. Estaba muy triste y afligido y fue al grupo de oración en la iglesia y mientras rezaba llegó mi esposa y me dio la buena noticia”, comentó emocionado Guerrero.

La suspensión de la deportación se logró a menos de 24 horas del jueves 28 de agosto, fecha en la que las autoridades le habían ordenado al mexicano salir del país.

La extensión de la estadía de Guerrero se logró gracias a la movilización de la comunidad, organizaciones pro inmigrantes y líderes religiosos quienes presionaron a las autoridades de inmigración para que no deporten a este padre de familia que tiene cuatro hijos.

El pasado 25 de agosto, un nutrido grupo de personas se manifestaron al frente de la sede de ICE en Newark, en el 614 Frelinghuysen Ave,para pedir que se suspenda la deportación del mexicano.

Durante la manifestación líderes comunitarios y religiosos, junto a familiares y amigos de Guerrero entregaron a las autoridades cartas firmadas por cientos de personas que dan fe del carácter honrado y trabajador del inmigrante.

Junto a las cartas se entregaron, nuevamente, informes médicos que destacan la delicada situación de salud del hispano, quien sufrió un derrame cerebral, y ha tenido que someterse a terapias para recuperar la movilidad en parte de su cuerpo.

Verónica Guerrero, hija de Catalino, comentó que su padre emigró desde Puebla a Estados Unidos en 1991, escapando del a violencia en México y buscando un mejor futuro para su familia.

En uno de sus trabajo le informaron de una abogada que estaba tramitando los permisos de trabajo para los inmigrantes. Catalino se animó y obtuvo su permiso en 1995. Cada año renovaba su permiso de trabajo sin problemas.

Sin embargo, en el 2007 le llegó una orden de presentarse frente al juez y allí le informaron que su caso no calificaba para el asilo político. Sorprendido, afirmó que él nunca había aplicado para un asilo, sino simplemente para un permiso de trabajo. Allí fue cuando descubrió que su permiso de trabajo fue otorgado a través de solicitud de asilo político que introdujo la abogada.

Desde entonces ha estado batallando legalmente para poder quedarse en el país.

“Mi papá no tiene a nadie en México. Toda su familia está aquí, sus padres, hermanos e hijos. Si lo deportan no tienen donde llegar”.

En el 2011 los agentes de ICE llegaron a su vivienda informándole que tenía una orden de deportación, la cual afirman sus familiares nunca recibieron.

Pero en ese entonces Guerrero recién había sufrido un derrame cerebral y estaba en una situación de salud muy delicada.

Dada su condición, y la presión hecha a través de organizaciones comunitarias, le fue suspendida la orden de deportación por seis meses. Estas suspensión había sido renovada varias veces hasta este año, cuando ICE decidió no conceder otra extensión.

“Creemos que es injusto que deporten a mi padre que no tiene un historial criminal ni nadie en México. Mucho más ahora que estamos a pocos días de que el presidente Obama anuncie un alivio migratorio para personas como él”, señaló Verónica Guerrero antes de que ICE decidiera a última hora conceder suspender nuevamente la deportación del hispano.

Esta familia, al igual que millones más en el país, esperan impacientes el alivio migratorio que el presidente Obama prometió que anunciaría al final de este verano. Confían en que no sea una promesa vacía del mandatario, y que la medida permita a personas como Catalino permanecer con su familia en su país adoptivo, Estados Unidos.