Podrán pedir asilo desde Centroamérica
Activistas y abogados especialistas en leyes migratorias aplaudieron la decisión de la Casa Blanca de aprobar un plan para permitir que niños centroamericanos soliciten el beneficio de refugiados en EE.UU. desde sus países. “Es un buen primer paso porque el presidente (Barack Obama) está aceptando que estos niños vienen huyendo de la violencia y que es necesaria la reunificación familiar”, dijo Meredith Brown, especialista en leyes migratorias.
En un documento enviado al Departamento de Estado, Obama destinó para el próximo año 4.000 de las 70.000 visas de refugiados a personas de Latinoamérica y el Caribe.
Bajo este programa, los inmigrantes que se encuentren legalmente en Estados Unidos pueden solicitar que se analice en esos países si los menores califican para unirse a sus familiares en EE.UU.
De esta forma, se busca disuadir a muchos niños de hacer el peligroso viaje a través de México para cruzar sin documentos y reunirse con su familia.
La idea fue presentada a Obama después de que en los primeros seis meses del año miles de menores, la mayoría de ellos de El Salvador, Guatemala y Honduras, cruzaron ilegalmente la frontera de EE.UU. sin acompañante afirmando que huían de la violencia de pandillas.
Las autoridades federales esperan que esta iniciativa contribuya a reducir el número de menores sin acompañante que llegan a la frontera, después de que más de 66.000 llegasen desde octubre de 2013 y hasta el pasado 31 de agosto.
Brown señaló que los abogados han tomado este anuncio con “cautela” ante el incumplimiento de Obama de sus promesas con los indocumentados y destacó además que es importante definir si para la Casa Blanca un “niño” es un menor de 16 o de 21 años.
Por su parte, María Eugenia Carrasco, de la Coalición de Derechos Humanos en Tucson, señaló que hay mucho trabajo por hacer con los niños y considera un buen primer paso de Obama aprobar este plan, aunque también mostró su desconfianza por los continuos retrasos de la Casa Blanca para aprobar medidas en favor de los indocumentados.
“El hecho de que se tengan que venir arriesgando y pasando tantos abusos, sobre todo cuando pasan por México, es muy triste para estos niños. Creo que esto les ayudaría muchísimo, venir con documentos que les permitan reunificarse con sus familias sin tanto sufrimiento”, indicó Carrasco.
Para la ley estadounidense, refugiados son personas que huyen de su país de origen debido a temores de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un determinado grupo social. La única categoría que parece aplicarse a los niños, es la clasificación “grupo social”, porque podrían ser considerados un grupo vulnerable por la delincuencia y la violencia en sus países.
El gobierno anunció además que otorgará nueve millones de dólares a dos organizaciones, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y el Comité Estadounidense para los Refugiados e Inmigrantes, para que ofrezcan ayuda legal a los niños que llegaron solos al país y se encuentran en procesos de deportación.
Los fondos, que inicialmente ayudarán a 2.600 menores de edad se dividen entre el año fiscal que recién terminó y el año fiscal 2015. Esta medida se suma a la ya anunciada por el gobernador de California, Jerry Brown, que recientemente aprobó una legislación que otorga tres millones de dólares en asistencia jurídica a los menores no acompañados.