La no imputación del policía que mató al joven negro desata protestas

La decisión de un gran jurado de no imputar al policía que mató al joven afroamericano Michael Brown indignó a miles de personas en Ferguson (Misuri) y en ciudades de todo el país, mientras el presidente, Barack Obama, llamó a mantener la calma y evitar la violencia. Unos 80 arrestos se realizaron durante la manifestación.



Inmediatamente después de que el fiscal del condado de San Luis Robert McCulloch anunciara el fallo, comenzaron los primeros altercados en la avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de la ola de disturbios raciales que desató el 9 de agosto la muerte de Brown, desarmado y con 18 años, a manos del agente blanco Darren Wilson.



“En demasiados lugares de este país existe una profunda desconfianza entre las fuerzas de seguridad y las comunidades de color, parte de esto es el resultado de una historia de discriminación racial en este país y es trágico porque nadie necesita más la protección policial que las comunidades pobres con altos índices de criminalidad”, dijo Obama tras conocer el fallo en una declaración de diez minutos no prevista desde la Casa Blanca.



En su alocución, el presidente recordó que el deseo de los padres de Brown es que las protestas sean pacíficas e instó a manifestantes y policía a ejercer “contención”.

“En los próximos días -los agentes- tendrán que trabajar con la comunidad, no contra la comunidad, y distinguir al reducido núcleo de personas que quizás usen la decisión del gran jurado como una excusa para la violencia”, señaló.



Al tiempo que Obama llamaba a la calma desde Washington, estallaron los primeros disturbios en Ferguson, con edificios y coches incendiados, saqueos, sonido de disparos, enfrentamientos entre Policía y manifestantes y uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes.



La indignación se desató tras conocer que Wilson seguirá libre y sin cargos al concluir un gran jurado que no hay pruebas suficientes para imputarlo por disparar en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado y en circunstancias por esclarecer.



El gran jurado decide si hay pruebas suficientes para presentar cargos contra una persona, por lo que tras su fallo el caso de Wilson queda cerrado por esta vía.

No obstante, continúa la investigación del Departamento de Justicia sobre si hubo una violación de los derechos civiles, como recordó el fiscal general, Eric Holder, en un comunicado.



Los cargos que podría haber enfrentado Wilson abarcaban desde un máximo de 4 años de cárcel por homicidio involuntario a cadena perpetua o pena de muerte por asesinato en primer grado.

“Este no es sólo un asunto de Ferguson, este es un asunto de todo Estados Unidos”, señaló Obama, que compareció pocos minutos después de la esperada decisión del gran jurado sobre un caso que desató en agosto una gran ola de disturbios raciales y en el que convergen el debate racial y el de la violencia policial.



“En las últimas décadas hemos hecho grandes progresos en las relaciones raciales, he sido testigo de ello en mi propia vida, pero sigue habiendo problemas, las comunidades de color no se los inventan. (…), consideró Obama.



La familia de Brown dijo estar “profundamente decepcionada”, pidió cuatro minutos y medio de silencio tras conocer el fallo y evitar cualquier tipo de altercado: “responder a la violencia con violencia no es la respuesta”, señalaron en un comunicado.



Las protestas trascienden Ferguson y se extienden a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país.

En la capital más de 300 personas pidieron “justicia” frente a la Casa Blanca, mientras que la policía activó protocolos especiales por temor a disturbios.



El abogado de la familia de Michael Brown, Benjamin Crump, denunció como “completamente injusto” el proceso judicial que acabó con la no imputación del policía blanco Darren Wilson.

Crump criticó la actuación del fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch, por su poco interés en llevar adelante la imputación de Wilson y no haber presentado “los mejores argumentos”.

“Nos opusimos a este fiscal ya en agosto, y ya entonces pedimos un fiscal especial”, señaló.

Cuando se anunció el jurado investigador en este caso, en agosto, algunos sectores pusieron en duda la idoneidad de Robert McCulloch para encargarse de la acusación, porque su padre era policía y fue asesinado por un afroamericano cuando él tenía 12 años, y por su actuación en el año 2000 en un caso similar al de Ferguson.