Sacarina puede inhibir el cáncer

El edulcorante artificial conocido como sacarina, cuyo consumo se ha ligado al cáncer durante décadas, puede tener efectos inhibidores sobre las células cancerígenas, según un estudio cuyos resultados fueron publicados por la Universidad de Florida (UF).



El estudio arroja que la sacarina “tiene capacidad para inhibir una enzima presente en muchos tipos de cáncer” que contribuye a que las “células tumorales sobrevivan y entren en metástasis”, destacó en un comunicado Robert MacKenna, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UF.



Los investigadores creen que la sacarina podría, a la postre, conducir al desarrollo de fármacos que sirvan para el “tratamiento de los cánceres más agresivos que afectan al pecho, hígado, próstata riñones y páncreas”.



Los resultados del estudio del centro universitario de Gainesville (Florida) serán presentados por la Sociedad Químico Americana en una convención en la ciudad de Denver (Colorado).



El descubrimiento se produjo después de que un graduado asistente de investigación de la UF, Brian Mahon, se preguntara cómo podía la sacarina actuar sobre la citada enzima (“carbonic anhydrase IX”), que se detecta en un gran número de cánceres agresivos.



Tras realizar una serie de experimentos preliminares, los investigadores estudiaron los efectos de la sacarina sobre las células malignas de un cáncer de pecho.

“Literalmente vimos que el índice de crecimiento de las células cancerígenas descendía lentamente cuando tú echabas el edulcorante”, apuntó McKenna, responsable del estudio.



La primera conclusión es que una “base de sacarina podría usarse, probablemente, en conjunción con otros fármacos para tratamientos de cáncer como quimioterapia y radiación, según los científicos, ya que el edulcorante “puede ralentizar el crecimiento del cáncer y ofrecer una oportunidad” para que los tratamientos citados “sean más efectivos” en la batalla contra esta enfermedad.



Irónicamente, este edulcorante fue tiempo atrás calificado de potencialmente cancerígeno, aunque en la actualidad la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. considera la sacarina como un producto de consumo seguro.



“La sacarina era vista como el chico malo, y no lo era. De hecho, puede ser el chico bueno” de esta película, agregó, en ese sentido, McKenna.