Deportado pese a tener 21 años en EEUU
El estar 21 años trabajando honradamente en este país no fue motivo suficiente para que las autoridades de inmigración detuvieran la deportación de José Quinde, un inmigrante ecuatoriano que residía en Hightstown.
Quinde fue deportado el pasado martes 19 de mayo, luego de que su abogado y varias organizaciones comunitarias perdieran la batalla legal para evitar que sea expulsado el país.
Las autoridades alegaron que el motivo por el cual el fiscal no le otorgó el beneficio de la “discrecionalidad procesal” para post poner su salida al país se debió a que hace 10 años Quinde fue arrestado por manejar borracho.
Sin embargo, este inmigrante pagó todas las multas que le impusieron por este delito en su debida oportunidad sin ningún tipo de consecuencias relacionadas con las leyes de inmigración.
En el 2007 las autoridades de inmigración llegaron a su lugar de trabajo buscando a otro “José”, y como no lo encontraron, y detectaron que Quinde no tenía documentos se lo llevaron.
Desde ese entonces comenzó la batalla legal de este inmigrante por permanecer en el país, en la cual cambió varias veces de abogado por no sentirse satisfecho. La “migra” lo monitoreaba con un grillete electrónico.
Contrario a otros casos en donde el inmigrante acosado por Migración tiene hijos nacidos en Estados Unidos, Quinde se ha mantenido fiel a su esposa que se encuentra en Ecuador y no tiene hijos ciudadanos.
“La injusticia que se quiere cometer conmigo es dolorosa, pues si me deportan del país al que he aportado tanto no estaría en condición de mantener a mi familia”, señaló el ecuatoriano durante una manifestación frente a las oficinas de Inmigración en Newark.
La manifestación fue liderada por la organización Unidad Latina en Acción, en un intento por detener la deportación de Quinde.
“Aparte de una convicción por manejar ebrio hace 10 años, por la cual ha pagado todas las multas y, por la cual está profundamente arrepentido, el señor Quinde no ha tenido problemas con la ley”, señaló la organización en un comunicado.
“Este caso demuestra las contradicciones de la retórica del presidente Obama de ‘criminales, no familias’, la cual en la práctica no se esta llevando ya que siguen deportando a personas trabajadoras sin antecedentes criminales como el señor Quinde”, destacó la organización.