Madre soltera latina es aceptada en Harvard
Tras superar innumerables obstáculos, una madre soltera hispana cumplirá su sueño de estudiar en la Universidad de Harvard, objetivo en el cual la mayor inspiración es su hija de 8 años, quien, al igual que ella, ya se ha trazado metas ambiciosas.
El camino para Julissa Muñiz, de 24 años, no ha sido sencillo y pese a que parecía tener todo en contra, nunca dejó que el hecho de quedar embarazada durante la preparatoria interrumpiera sus estudios, aunque esto significara no dormir, trabajar o pasar dificultades económicas.
“Siempre vi mi educación como una inversión”, dijo la joven madre. Su motor ahora es su hija Amaris, pues al final del día cualquier obstáculo vencido será para ofrecerle una vida mejor.
“Yo sabía que eso era lo que nos iba a sacar de esa situación de tener que vivir cheque a cheque, tener que sufrir hambre o poder tener oportunidades que yo no tuve y dárselas a ella”, dijo.
Desde niña, Muñiz sobresalía por sus buenas calificaciones y por sus ambiciones. Inclusive, la joven hispana recuerda cómo sus maestros y familiares siempre le dijeron que ella llegaría tan alto como se lo propusiera. “Si alguien te dice algo tantas veces, lo empiezas a creer y se convierte en parte de ti”, mencionó.
Fue en su segundo año de preparatoria en San Ysidro High School cuando la joven, de aquel entonces 16 años, presidenta de su clase y jugadora del equipo de baloncesto, se enteró de que tenía seis meses de embarazo y, aunque su rutina cambió, tuvo una razón más para buscar superarse.
En este camino, siempre tuvo el respaldo de sus maestros y familiares, pues su madre, quien en aquel entonces no tenía empleo, se quedaba en casa para cuidar a Amaris, mientras Julissa estudiaba y trabajaba.
“Mi mamá siempre me dijo que su única decepción sería si yo dejara la escuela”, recordó Julissa. “En mi escuela nunca me desalentaron, al contrario, muchos de mis maestros me ofrecieron su ayuda”.
Un estudio de la Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo Joven y No Planeado señala que apenas el 38 % de las madres jóvenes termina la preparatoria en Estados Unidos y menos del 2 % concluye sus estudios superiores antes de los 30 años.
Muñiz nunca quiso formar parte de esa estadística y, pese a tener numerosas dificultades, se convirtió en la primera integrante de su familia en graduarse de la preparatoria y fue aceptada en ocho universidades, de las cuales eligió a la Universidad de California Berkeley, debido a que ofrecían facilidades para estudiantes con hijos.
Julissa, que terminó la Licenciatura en Estudios Étnicos y Educación, está convencida de que se requiere a más personas de color y latinas en la toma de decisiones, y por ello busca convertirse en catedrática o encontrar un trabajo ya sea en el Departamento de Educación o en Justicia Juvenil.
Esa motivación la acercó a la Universidad de Harvard, en donde ofrecen un programa de maestría en Ciencia de la Prevención que se enfoca en trabajar en comunidades que se identifican con pocas posibilidades de educación.
“Para lograr posiciones de poder en la política, tienes que tener los nombres, tienes que tener Berkeley, Harvard, porque esos nombres te pueden abrir tantas puertas”, consideró.
Aunque dudó sobre sus posibilidades, finalmente Harvard fue una de las cuatro más afamadas universidades del país que la aceptaron para cursar la Maestría en Educación.
Por su parte, su hija se dijo entusiasmada de emprender una nueva aventura al lado de su madre, ahora en el otro extremo del país. “Estoy emocionada porque puedo experimentar la costa Este, ver edificios altos, la Estatua de la Libertad, la nieve y estar con mi familia”, mencionó la niña, quien también sueña con llegar a “una universidad grande”.
Aunque Harvard le otorgó una beca, los costos de colegiatura y vivienda continúan siendo muy elevados, por lo que Julissa solicitó apoyo a través de la plataforma de donaciones GoFundMe para lograr casi 90.000 dólares.
“Nunca me ha gustado pedir algo si puedo hacerlo sola. Esa siempre ha sido mi mentalidad, pero si hay una cosa que he aprendido en todos estos años es que las bocas cerradas no reciben alimento”, refirió la joven, quien se mostró agradecida con aquellos que han permitido que la recaudación alcance ya los 6.500 dólares.
Su novio, Roberto Nieves, dijo estar profundamente orgulloso de los logros de Muñiz, pues da ejemplo a los latinos que piensan que llegar a la universidad es un camino imposible.
“Ella inspira a más personas a crear su propia vida”, comentó Nieves, quien también buscará regresar a la escuela.
“Aunque a veces pensamos que el sistema no está hecho para nosotros, siempre hay un camino que se puede tomar”.
Muñiz afirmó que su gran motivación es su hija y, una vez que concluya su maestría, buscará obtener su doctorado y con él poder ayudar a que más personas logren superarse a través de la educación.
“Lo que yo siempre he querido es que ella use mi experiencia y aprenda de ella”, dijo. “Todo es posible, no importa qué tan difícil sea la circunstancia”.