Mona Lisa con rostro latino en Guttenberg

Desde hace varios años, en el Condado de Hudson, uno de los cuadros más famosos del mundo, La Mona Lisa del pintor renacentista Leonardo Da Vinci, va adquiriendo forma con rostro latino gracias al trabajo de un grupo de veinticinco niños, y adultos, dirigido por el pintor Ramiro Torres.

“Se eligió La Mona Lisa porque queremos que apenas la gente vea la obra se identifique con ella, y ésta pintura es muy conocida por todos,” dice el pintor. “Quiero decir que no se necesita ser un experto para reconocer que ésta es una obra icónica, representativa del arte universal”.

Además sostiene que el uso de éste cuadro va a ayudar al espectador a jugar al papel del conocedor “tantas veces la ha visto (a la Mona Lisa) que va a poder decir qué quedó bien y qué quedó mal”.

En su estudio de la ciudad de Guttenberg, los niños utilizan mayormente la técnica llamada “Action Panting” (pintura de acción) que vierte sobre el lienzo la pintura a mano alzada.

“A los niños les fascina” dice el pintor Torres “Es un juego novedoso, pero al mismo tiempo que se divierten hacen arte. Educan su sensibilidad artística. Todo esto no es producto de un accidente es algo intencional”.

Al mismo tiempo dice que en La Mona Lisa hay diferentes elementos, el retrato mismo, el paisaje, los colores, el estilo, por lo que cada niño participante trabaja en lo que hace mejor.

Ramiro reconoce que hay un aire latino en ésta versión de la Mona lisa. “Ha salido algo morocha es cierto. Yo le voy a dar un retoque final, acaso unos toques de luz. Pero recuerda que no es una versión fiel al original, podríamos decir que es una interpretación de los niños participantes” señala.

“En el proceso de realización tenemos en cuenta los diversos grados de avance de los niños. Por ejemplo el rostro se le encarga a alguien que tiene más experiencia y el fondo a alguien con menos experiencia. Si ves la obra usamos una técnica moderna que se basa en tirar la pintura sobre el lienzo, que se adecua mucho a las edades de los niños,” comenta el pintor.

Magnolia Rosario, madre latina, tiene a su hijo Sebastián, de 11 años, participando en el proyecto y confía en que haga una carrera como pintor.

“Estar aquí le hace muy bien. Encuentra otros niños compartiendo la misma experiencia, intercambiando ideas, y eso le ayuda a entender que no está sólo en sus intereses. Ya tiene seis cuadros, y espero que aprenda mucho más,” externa Rosario.

Además de niños latinos participan menores de otras herencias. Hay de padres de Corea, Sri Lanka, India y Rusia.

“Es una experiencia increíble para nuestros niños. Los pone en otra dimensión del arte,” dice Olga Kamyshentseva, originaria de Rusia, quien tiene a su hija Sophia en el grupo.

Según el pintor, el trabajo comenzó hace cinco años, y ha tenido sus épocas que se ha detenido el proyecto, pero está ahora en su tramo final.

Se tiene previsto que la obra se exhiba en septiembre, en el museo “William Musto”, ubicado en la calle 15 de la ciudad de Union City.