Subrayan urgencia de leyes sobre armas tras muerte de reporteros
La Casa Blanca insistió en la urgencia de que el Congreso actúe y tome medidas “de sentido común” para reducir la violencia armada, tras la matanza a tiros en el estado de Virginia de una periodista y un cámara de televisión que estaban informando en directo.
“Hay algunas cosas de sentido común que solo el Congreso puede hacer y que sabemos que tendrían un impacto tangible en la reducción de la violencia armada en el país”, sostuvo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.
Earnest recordó que el presidente Barack Obama lleva mucho tiempo pidiendo al Congreso que tome ese tipo de medidas y “sigue creyendo que ellos (los legisladores) deberían hacerlo”.
Alison Parker, una joven periodista de 24 años, y Adam Ward, su camarógrafo de 27, fallecieron mientras informaban en vivo para un canal local de Virginia, tras ser tiroteados en plena emisión por su excompañero de trabajo Vester Lee Flanagan.
Flanagan, quien había sido despedido hace dos años por la cadena WDBJ7, filial de la CBS, emprendió después una huida de más de cinco horas en la que finalmente se disparó a sí mismo cuando se sintió acorralado por las autoridades, unas heridas de bala que le causarían la muerte más tarde en el hospital al que fue trasladado.
El suceso se produjo alrededor de las 06.45 hora local, cuando los reporteros fallecidos hacían una entrevista en directo en la plaza Bridgewater de la población rural de Moneta (Virginia).
El autor de los disparos, de 41 años, se aproximó por detrás a los reporteros, de manera que sólo la entrevistada podría haberle visto, y les disparó a quemarropa, causándoles una muerte inmediata.
El tiroteo y las imágenes que resultaron de la retransmisión han conmocionado al país, que además ha podido ver la grabación que el propio Flanagan hizo mientras disparaba contra sus excompañeros, la cual colgó posteriormente en las redes sociales.
“He grabado el tiroteo, míralo en Facebook”, escribió el también periodista en su cuenta tras el tiroteo, donde se podía ver la grabación de la muerte de los dos jóvenes desde el punto de vista del tiroteador, quien también alcanzó a Vicki Gardner, la entrevistada, aunque ella se recupera de sus heridas.
Tras la captura de Flanagan, las autoridades locales a cargo del caso ofrecieron una rueda de prensa en la que dieron los detalles del suceso.
Según informó el alguacil del Condado de Franklin, Bill Overton, Flanagan, conocido como Bryce Williams en los medios, murió a las 13:30 horas local en la clínica a la que fue trasladado por las autoridades cuando fue atrapado, tras asesinar a sus excompañeros de la cadena WDBJ7.
Overton indicó asimismo que se desconocen los motivos concretos que llevaron a Flanagan a disparar a sus excompañeros, si bien confirmó que estuvo contratado en el canal durante al menos un año.
A medida que han transcurrido las horas, algunos medios estadounidenses han asegurado que el autor de los disparos, de raza negra, había presentado demandas contra el canal de televisión por discriminación racial, aunque todavía no se ha podido confirmar que el tiroteo esté vinculado a esa circunstancia.
Jeffrey A. Marks, presidente y gerente de la cadena, confirmó después la queja interpuesta por Flanagan, pero agregó que esta había sido desestimada por carecer de base argumental.
“No se pudo corroborar ninguno (de los comentarios racistas que alegaba)”, dijo Marks.
“Creemos que se lo inventó”, agregó el director del canal local, al añadir que, si por algo era conocido el autor de los disparos, era por ser alguien con quien resultaba difícil trabajar.