Profunda desigualdad salarial afecta a latinas

Las latinas deben trabajar casi el doble de horas para obtener ingresos similares al resto de trabajadores, lo que afecta todos los aspectos de la vida personal y familiar de estas mujeres, según un nuevo estudio sobre la materia.



“Me dijeron que si aprendía inglés y tenía un título mi situación económica mejoraría. Aprendí inglés y tengo un título asociado, y es verdad que mi situación económica mejoró, pero sigo ganando mucho menos que mis compañeros”, dijo Karime Pérez una inmigrante mexicana residente en Denver (Colorado).



“Así me lo había anticipado mi profesor en el último día de clases en el colegio comunitario, pero en aquel momento no le creí.
Nos dijo a todas las latinas en la clase que no nos hiciésemos ilusiones que por tener el título los salarios serían equitativos.
Lamentablemente, él tenía razón”, agregó.



La única estrategia con la que Pérez logró reducir parcialmente la brecha salarial es trabajar de noche, y, aunque la estrategia funciona en cuanto a sus ingresos, no le resulta beneficiosa para su vida familiar.



“Quiero proveerles a mis hijos lo que ellos necesitan, pero también quiero estar con ellos, pero por el momento no puedo hacer ambas cosas”, comentó la inmigrante.



Pérez ciertamente no es la única. Un reciente reporte difundido por la organización comunitaria nacional MomsRising indica que, en promedio, las latinas ganan el 45 % menos que los hombres y mujeres de otros grupos a pesar de realizar trabajos similares.



Dicho de otro modo, los salarios promedios de las latinas son sólo 55 centavos por cada dólar de los salarios de los otros trabajadores, incluyendo latinos y mujeres y hombres blancos y afroamericanos.

Eso significa, según la misma fuente, que las latinas son quienes sufren la mayor “desproporción salarial” causada por el género del empleado y no por razones legítimas relacionadas con el trabajo.



Las ramificaciones de la disparidad salarial se manifiestan en varios niveles. Por ejemplo, sólo el 51 % de las trabajadoras latinas tienen acceso a beneficios en los lugares de empleo, según la Fundación de Colorado por las Mujeres (WFOC, en inglés).



La discrepancia de ingresos contribuye a problemas económicos que a su vez, según WFOC, generan problemas familiares (incluyendo violencia doméstica) y tensiones emocionales, especialmente entre las latinas jóvenes.

Como consecuencia, muchas latinas, sobre todo las inmigrantes, no pueden dedicar tiempo a cursar estudios superiores, ni aunque lo deseen.



“Es algo que vemos todo el tiempo. Como buenas latinas y como buenas madres, queremos enfocarnos en el futuro y construir algo bueno para nuestros hijos, pero a la vez tenemos que trabajar muchas horas, casi sin horario y casi sin parar”, comentó Rosa Vergil, de la organización comunitaria FreshStart en Denver.



Para Cristina Aguilar, directora ejecutiva de COLOR, organización de Denver dedicada al liderazgo y derechos reproductivos de las latinas, la situación cambiaría si se aprobasen leyes estatales y federales que exigiesen pagos equitativos.



MomsRising forma parte de una campaña nacional a favor de la llamada Ley de Cheques de Pagos Justos que, de aprobarse, prohibiría sancionar a los trabajadores que soliciten salarios equitativos y exigiría a los empleados verificar que distintos salarios se basan en distintas responsabilidades laborales y no en otros factores.



En su campaña, MomsRising califica de “simplemente inaceptable” el hecho de que las latinas deban trabajar “diez meses extra” para ganar lo mismo que un hombre blanco gana en 12 meses de trabajo.



“Es hora de enviarle un mensaje muy claro al Congreso que llegó la hora de cerrar la disparidad salarial y aprobar la Ley de Cheques de Pagos Justos”, sostiene la mencionada organización.