Concientizan a latinos sobre donaciones

La colombiana Myriam Correa Sherman, la primera hispana trasplantada de corazón en el hospital Jackson Memorial de Miami, celebró los 25 años de su intervención con un mensaje a la comunidad hispana sobre la importancia de las donaciones de órganos.



Correa, de 69 años, forma parte del grupo de trasplantados de órganos que se reunió en el Instituto de Trasplantes de Miami (MTI), dependiente del citado centro médico, para celebrar el Mes Nacional de la Donación de Vida.



Esta mujer de hablar apasionado y firme creyente en Dios tenía 44 años cuando en 1991 fue sometida en Miami a un trasplante de corazón, tras arrastrar desde su infancia en Colombia continuas cardiopatías ocasionadas por una fiebre reumática mal tratada.



“Los médicos me recomendaron en mi juventud que no tuviera hijos, pero tuve dos. Y hoy soy abuela y una mujer completamente feliz y agradecida que lleva una vida tranquila”, dijo Correa, voluntaria en un grupo de apoyo a pacientes en lista de espera de trasplantes del hospital.



Para esta mujer hay un antes y un después del trasplante. Le cambió la vida. “La familia donante y Dios me dieron ese regalo de vida, y quiero llevar un mensaje a la comunidad para que se conciencie de la importancia de las donaciones”, expresó con gratitud.



Correa explica que “todas las mañanas, al abrir los ojos” da las gracias a Dios y al “amor incondicional de la familia del chico del que recibí el corazón”.



Una donación de corazón que implica, por su parte, un serio compromiso: cuidar de ese corazón manteniendo hábitos saludables, una alimentación equilibrada”, porque esto, subrayó, es una “prueba para la familia donante de que les estoy y estaré siempre muy agradecida”.

“¡Ese corazón funciona y les digo que funciona muy bien!”, comenta alegre, para agregar que suele escribir a la familia donante para contarles cosas cotidianas de su vida familiar. Cartas que, no obstante, nunca son contestadas.



“La familia del muchacho fallecido del que extrajeron el corazón que me implantaron nunca ha respondido a mis cartas; pero yo les entiendo”. Abre el dolor de su pérdida: el chico murió atropellado por un coche mientras montaba en bicicleta.



Actualmente esta mujer se ha marcado el objetivo de concienciar a los hispanos sobre la importancia de las donaciones y de llevar una vida saludable y “cuidarse mucho”.



“Hay una gran falta de donantes hispanos y muchísimos latinos en listas de espera para trasplantes, sobre todo de riñón”, prosiguió Volcada en la atención a este colectivo de pacientes, Correa comparte en las charlas de motivación con otros trasplantados historias personales en las que abordan el impacto de los trasplantes en sus vidas.



En concreto, el programa de trasplantes del Jackson Memorial “existe desde hace más de 45 años y es unos de los programas más grandes y completos de Estados Unidos, con cerca de medio millar de trasplantes al año”, precisó Tania Leets, directora de comunicaciones del Jackson Health System.



En 2014, según una campaña para fomentar la donación de órganos, había en el país unos “22.000 latinos esperando por un trasplante que les salve la vida”.

El órgano más necesitado, entre la comunidad hispana, es el riñón porque la diabetes y la hipertensión provocan una mayor incidencia de los fallos renales entre los hispanos.