Educación sexual ayudó en reducir la tasa de embarazo

Un mayor acceso a los servicios de salud, la comunicación más abierta con sus padres y una educación sexual integral han incidido en la disminución gradual de los embarazos en adolescentes latinas, según expertos en el tema.



“Las investigaciones han demostrado que recibir educación sexual de alta calidad, motivar a padres y madres a hablar con sus hijos sobre sexo y garantizar el acceso a servicios de atención médica han influido en las reducciones históricas de la cantidad de embarazos y tasa de nacimientos en la adolescencia en Estados Unidos”, declaró Daniela Ramírez, vocera de Planned Parenthood (PP).



Cada vez son más los jóvenes que, o bien demoran el inicio de las actividades sexuales, o usan métodos anticonceptivos como dispositivos intrauterinos (DIU), considerado como uno de los tipos de anticonceptivos disponibles más eficaces, así como el uso de “métodos dobles”, que consiste en la combinación de preservativos y otro método.



Ramírez señaló además que pese a lo que se piensa, las familias latinas no se oponen a que los jóvenes reciban una educación sexual integral.

“En realidad, la educación sexual no es un tema polémico en ninguna comunidad”, indicó la vocera de PP, que citó además el hecho de que es una noción apoyada también por una idea respaldada por la Asociación Médica Estadounidense y la Academia Americana de Pediatría.



De acuerdo con una encuesta de 2013, citada por Ramírez, los latinos consideran el acceso a métodos anticonceptivos y una educación sexual integral en las escuelas como elementos fundamentales para la juventud latina.



Si bien las tasas de natalidad entre adolescentes hispanas ha disminuido a un paso más acelerado que entre otros grupos -un 50 % menos en 2014 en comparación con 2006-, la brecha que las separa de las blancas es de casi el doble.



“Todos los jóvenes merecen tener educación sexual y atención médica que les informe sobre los métodos anticonceptivos y cómo obtenerlos, el respaldo de sus familias, escuelas y decidir por sí mismos si desean o no ser padres y madres, y si lo desean, cuándo”, dijo Ramírez.



Pese a los avances alcanzados, las organizaciones que buscan reducir la tasa de embarazos en adolescentes insisten en que aún falta mucho por hacer y que para reducir la brecha, deben implementarse medidas que tomen en cuenta las diferencias, tanto culturales como socioeconómicas que afectan a esta comunidad.



“Desafortunadamente la población femenina hispana es una que mayormente enfrenta barreras al acceso de servicios de salud por distintos factores, incluyendo el hecho de vivir en condiciones de pobreza, además de factores como el estatus migratorio que pueden impedir a muchas latinas y a sus familias calificar para un seguro de salud público”, aseveró Cristina Aguilar, directora ejecutiva de COLOR, organización que aboga por los derechos reproductivos de las latinas.



La activista destacó la necesidad de que las iniciativas que se lleven a cabo en este sentido tomen en cuenta factores como la tasa de desempleo, los niveles educativos y el ingreso de esta minoría para lograr un mayor alcance.

“Insistimos en la importancia de impartir educación sexual integral en las escuelas y la participación familiar en talleres educativos que permitan a los adultos apoyar a los jóvenes en adquirir y mantener salud y tomar buenas decisiones sobre su sexualidad, su salud reproductiva y su futuro”, indicó Aguilar.



La tasa de natalidad en adolescentes entre 15 y 19 años en Estados Unidos ha alcanzado su nivel más bajo desde que se iniciaron los registros con 25 nacimientos por cada 1.000.