Que no sea otro día más
Por Carlos Rojas
Hoy en este país otra persona afro-americana fue asesinada por otro policía, en otro estado por razones “inconclusas”. Otro niño o niña perdió a su padre o madre, otra pareja perdió a su amor, otra comunidad perdió a un miembro especial. En la redes sociales salen videos de los actos violentos y la pregunta más grande es; ¿como comunidad latina que debemos pensar, opinar o hacer? La mayoría de nosotros estamos muy callados, ¿por qué?
Muchos me dicen — ¿Por qué me debe importar eso? — o — Muchos de ellos son criminales. Se lo merecen porque no trabajan duro como yo — .
Nosotros, emigrantes de Latinoamérica, África o Asia, sabemos que se sienten ser explotados, ser visto mal por los trabajos que realizamos, ser intimidados cuando alguien nos pide papeles al vernos que claramente no somos blancos americanos.
Pero cuando vemos un acto de discriminación contra la comunidad afro-americana miramos a otro lado. Como si por tener piel negra sea un pasaporte a juzgar y no sentir por el dolor de esa comunidad. Estas actitudes son parte de una gran amnesia. Como dice Victor Heredia “Una tierra sin memoria no nos cobijara jamás”, pero ¿cuál realmente es la historia?, ¿qué ha pasado?
Este país fue creado por la esclavitud, miles de personas fueron traídas encadenadas, miles más murieron en las fronteras del Atlántico. Al llegar aquí fueron separados de sus familiares, para que no se pudieran comunicar y así ser oprimidos más fácilmente. Por dos siglos fueron explotados, mutilados, violados y latigados para borrar su espíritu y sus culturas africanas. Fueron puestos al precio del mejor postor, condenados a una vida de trabajo sin pago — NINGÚN PAGO. Quiero que este punto quede muy claro. Que por más de 246 años de esclavitud en este país, este país, las comunidades blancas, los empresarios y el gobierno se beneficiaron financieramente del trabajo de gente negra que fue explotada. Esos fueron millones de millones de dólares, que el gobierno y los magnates de la esclavitud se llevaron por más de dos siglos y nunca lo pagaron de vuelta. Este es el crimen más grande del génesis Americano.
Como en la lucha contra el Goliat de la esclavitud ganó David, la emancipación y a millones de esclavos (no a todos) se les otorgó la libertad. ¿Un gran cambio en la historia verdad?
Pero la libertad no es suficiente para sacar el cáncer de una sociedad. Después de una tremenda operación, no se le puede decir al paciente que vaya a correr un maratón. Por eso pensemos con un poco de sentido común. Tus abuelos de tus abuelos, de tus abuelos de tus abuelos han sido explotados, no tuvieron derecho a tierra, a un salario, fueron traumatizados por la violencia. Y la expectativa es que inmediatamente te integres a la sociedad, a trabajar duro carajo (¿más?), a sacar a tu familia adelante (la cual separaste). Estamos todos compitiendo iguales, mientras que un niño blanco de clase media en esa época comenzaba la maratón en el kilómetro 0 con bonito uniforme, la comunidad negra estaba 1,000 millas atrás y sin zapatos.
Y con la libertad vino la época de Jim Crow, la segregación, que limitaba los trabajos a solo ser agricultor de algodón, cuidadora de niños blancos, limpiador de calles, etc. No podían comer en los comedores con la gente blanca, ni ir al mismo baño, ni acceder crédito en un banco, o comprar una propiedad fuera de tu propia comunidad negra de bajos recursos. El gobierno no invertía, en vez, hacía lo posible para mantenerlos con miedo y dejaba que el KKK aterrorizará a la comunidad negra. Miles murieron a manos de ese grupo, esos asesinos nunca fueron juzgados, y muchos de ellos también eran oficiales de la policía.
Después de otras décadas se abre el mar rojo por la lucha de los derechos civiles dirigido por los Moisés negros (Martin Luther King, Ella Baker, Malcolm X, Rosa Parks y miles más).
La respuesta fue más violencia y represión, pero aún lograron ganar grandes protecciones del gobierno, que no solamente beneficiaron a la comunidad negra, pero también a las comunidades latinas y asiáticas. Tan grande fue la ola de la libertad que comenzaron a matar a sus líderes (King, Malcolm X) porque este país lucha por oprimir a la población negra.
Incluso con la bota del racismo en sus cuellos han llegado a tener tantos logros, como crear sus propias universidades, ser creadores de cultura, darnos el blues, jazz, rock and roll y el hip-hop, darnos filósofos, grandes líderes, deportistas, profesionales, inventores, y ser los líderes de la justicia social en este país.
La pregunta para nosotros es si queremos vivir en un país racista o no. Si no lo queremos, tenemos que entender que no habrá justicia solamente para un grupo, sino para todas las comunidades de color. Y entender que la experiencia negra es clave y fundamental para construir un futuro en donde realmente haya igualdad, no solo en papel, pero en actos.
Nosotros latinos que venimos a trabajar duro y a beneficiarnos del sueño americano, tenemos que entender que ese famoso sueño fue construido bajo una pesadilla de explotación y que nosotros también somos trabajadores explotados, no nos pagan bien, nos deportan, también la policía nos mata, nos discriminan. Nuestro futuro y el futuro de la comunidad afro-americana es uno, porque es por el país que ellos construyeron que nosotros podemos aprovechar de las pocas oportunidades y tener un poco mas de dinero aquí que en nuestros países.
Por eso cuando ocurra otro asesinato, u otra persona negra te dice que el país es racista, no es que estén locos, sino que están contando el secreto más grande de la historia americana, que nunca hubo igualdad, y que si no te pones las pilas este país racista también acabará contigo.
Cuando los veas en la calle en vez de juzgarlos o de tener apatía, recuerda que sin ellos este país hubiese sido nada, ellos son ángeles que dieron todo por la construcción y la acumulación de otros. Ellos son nuestros héroes y como héroes merecen nuestro respeto, amor y apoyo incondicional. ¡Es hora de decir que la vidas negras importan!