Activistas piden a Trump más hechos y menos palabras sobre reforma
Activistas y grupos defensores de los derechos de los inmigrantes reclamaron acciones concretas e inmediatas al presidente Donald Trump sobre la reforma migratoria que mencionó en su primer discurso ante el Congreso, pues hasta ahora solo ha generado temor con sus medidas ejecutivas.
Jorge Mario Cabrera, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, declaró que “las acciones hablan más fuerte que las palabras”, y hasta el momento el presidente ha sido “incansable” en su retórica.
Por contra, sus únicas acciones, en forma de órdenes ejecutivas y medidas para ampliar y acelerar las deportaciones, levantar el muro fronterizo y el veto a los extranjeros procedentes de varios países musulmanes, han infundido el miedo en las familias inmigrantes.
“Una reforma migratoria no es un juego”, advirtió Cabrera, que exigió al presidente que presente lo antes posible su propuesta de regularización de los cerca de 11 millones de indocumentados que se calcula residen en el país.
En opinión de Janet Murguía, presidenta y directora ejecutiva del Concejo Nacional de La Raza (NCLR), Trump “moderó el tono y ahora habla de medidas bipartidistas sobre la inmigración”. Sin embargo, mantiene sus órdenes ejecutivas que tienen un impacto real y erosionan los derechos civiles de los ciudadanos y debería poner fin a la separación de las familias inmigrantes, dijo en un comunicado.
Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (NALEO, en inglés), reclamó la acción inmediata del presidente y del Congreso para “poner en acción las palabras” de Trump sobre inmigración.
“La gente está cansada de las peleas partidarias y del teatro político, quiere acción y que se reconozcan las contribuciones de los inmigrantes con una reforma migratoria ahora”, declaró en un comunicado.
“El discurso del presidente estuvo vacío, completamente divorciado de la realidad y del daño que ha provocado en las comunidades más vulnerables del país”, señaló la Unión de Libertades Civiles (ACLU), en un comunicado en el que prometió mantener la defensa en la corte de cualquier abuso de Trump contra inmigrantes y refugiados.
Por su parte, la activista indocumentada y defensora de los “soñadores” Erika Andiola destacó en un mensaje en Twitter que Trump usó en su discurso la “falsa narrativa del inmigrante bueno y malo” para dividir a las comunidades.
“Trump continúa etiquetando a los inmigrantes como criminales, una acusación tan falsa como cruel”, dijo a su vez Frank Sharry, director ejecutivo de “America’s Voice”.
Oscar Chacón, de Alianza Américas, reconoció el “cambio significativo de estilo” en el discurso de Trump ante las dos cámaras del Congreso, y su “tono más cortés”, pero destacó que en el tema migratorio mantuvo la tesis de que los extranjeros son una amenaza para la sociedad estadounidense.
“Es una tesis errónea. La evidencia científica demuestra que los extranjeros son una bendición para la sociedad estadounidense porque generan riqueza, pagan impuestos y enriquecen el mosaico de culturas”, declaró.