Fiesta de la fotografía en Nueva York
En Union City, Julia Portillo, de 19 años, hacía la fila para retirar dinero de un banco y un libro-catálogo que sostenía en sus manos delataba donde había estado el domingo último: el cierre final del evento The Photography Show 2017.
La joven aún tenía en la retina de sus ojos ese brillo que dejan los grandes momentos. “Es la primera vez en mi vida que voy a un show de fotografía y me ha sorprendido lo que se puede hacer con una cámara fotográfica. Grandes fotos. Sobre todo me han gustado los retratos de los indios,” dice Portillo.
Se refiere a la exposición de Daniele Zalcman, quien, al fundir los retratos de los indios del Canadá con su entorno geográfico, representa el drama de los personajes, a la vez que abre un nuevo capítulo en el retrato fotográfico.
La fotógrafa documenta el impacto de la política de las residencias indias del gobierno de Canadá que en 1840 los tuvo en un proceso de occidentalización, que terminó siendo una plaga de injusticias para los nativos. En el 2008 Canadá se disculpó, y la fotógrafa documenta el rastro que dejó esa política en sus personajes.
Zalcman obtuvo $20,000 luego de ganar el primer puesto en el Newman Prize, destinada a promover a los mejores trabajos fotógrafos en éste género.
Esta exposición se realizó en Nueva York del jueves 30 de marzo al domingo 2 de abril, en el Pier 94, ubicado en la 12ava avenida de Manhatthan.
Allí, 115 galerías agrupadas en the Association International Photography Art Dealers (AIPAD), de Nueva York y Buenos Aires, Chicago y México, Tokio y Londres pusieron a la vista del público sus mejores piezas.
Se presentaron libros de fotografía, exposiciones sobre medio ambiente, género, justicia social, documentales, charlas, videos, tanto para el conocedor, el fotógrafo profesional, el aficionado y el público interesado en el arte.
Estuvo presente la nueva fotografía cubana, del año 1992 en adelante, luego del retiro soviético de la economía de la isla, con “The Light in Cuban Eyes” de la colección de Madeleine P. Plonsker., que tiene en su haber trabajos de 50 fotógrafos cubanos.
Asimismo piezas del gran fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo y del chileno Sergio Larraín, ambos ya fallecidos.
También instantáneas de la cubana Lisette Solórzano, el español Albarrán Cabrera, los mexicanos Alejandro Cartagena y Flor Garduño, el brasileño Germán Lorca.
Todos ellos compartiendo piso con los mejore fotógrafos estadounidenses y japoneses, alemanes y chinos, de todo el orbe.
El argentino Julio Villorio quedó de una pieza. Cautivado por los paisajes, los retratos, la arquitectura que se mostraba en las fotos.
“Aún estoy en shock, un evento de estos sólo puede verse en Nueva York” dice Villorio. “Reunir en una sola exposición a todos estos maestros del arte fotográfico es un estímulo para el que gusta de las fotografías o quiere sumergirse en el mundo de la fotografía. Es un arte sin fronteras. Te das cuenta que la fotografía aún tiene muchas posibilidades por descubrir. Que no es un arte acabado”.