Hacia una nueva natación olímpica
Natalia Arriaga / EFE
Las federaciones internacionales esperan durante esta primera mitad de 2017 un regalo de parte del COI en forma de nuevas pruebas olímpicas para los Juegos de Tokio 2020, que en el caso de la FINA, el organismo que rige la natación mundial, supondría un calendario totalmente reformado, con novedades como los relevos mixtos o los saltos extremos.
La FINA es la federación que ha escrito al COI una carta más extensa de peticiones, que afectan a todas sus modalidades: natación en piscina y en aguas abiertas, saltos, sincronizada y waterpolo.
La comisión del COI que estudia la reforma del programa olímpico mantendrá su próxima reunión los días 4 y 5 de mayo. Ahí puede quedar perfilada la relación de pruebas que serán olímpicas en Tokio.
“Hay mucha inquietud en las federaciones”, reconoce Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) y miembro de esa comisión, que preside el italiano Franco Carraro.
La última palabra la tiene, en todo caso, la Comisión Ejecutiva del COI, que escuchará las recomendaciones de la comisión del programa y tomará una decisión.
La FINA ha tirado por lo alto para ver hasta qué punto convence al COI de la conveniencia de modernizar su calendario.
Pero su presidente, el uruguayo Julio César Maglione, se muestra cauto respecto a sus posibilidades: “No sabemos lo que va a aprobar el COI. Pero cuando uno plantea y quiere cosas, siempre tiene la esperanza de que sean contempladas”, comentó sobre este asunto.
En la natación pura, el objetivo de la FINA es equiparar el programa olímpico con el que ya tiene en sus Mundiales. Esto pasa por incluir los 800 m. libre también para los hombres y los 1.500 para las mujeres, por incorporar las pruebas de 50 metros en espalda, mariposa y braza (ya las hay en estilo libre) y por añadir dos relevos mixtos: 4×100 libre y 4×100 m. estilos.
“Hablamos de pruebas que en nuestros campeonatos mundiales tienen mucha atracción televisiva. Y sin cambiar el número total de participantes”, dijo Maglione.
En saltos de trampolín la propuesta de la FINA sí pasa por un incremento de cupo: aumentar de 136 a 160 los inscritos. Otra idea es abrir las finales de saltos sincronizados a 12 parejas.
Los saltos extremos figuran también en la lista de peticiones, con una prueba masculina (15 participantes) desde una plataforma de 27 metros y otra femenina (15) desde los 20 metros. Es en esta modalidad en la que Maglione tiene más dudas: “Se necesitan muchos países participantes, es una de las exigencias del COI. Es difícil, pero ojalá se admita porque es una actividad muy atractiva, que llega mucho al público y que las televisiones miran con avidez”.
En los Mundiales de 2015 hubo veinte inscripciones en la prueba masculina y diez en la femenina. Para la sincronizada, “que se va a llamar natación artística”, apuntó Maglione (el cambio debe aprobarlo en julio la FINA), se pide que los equipos clasificados sean 12 en lugar de 8 y se propone una prueba de duetos mixtos con 12 parejas.
También habría un mayor número de participantes en la natación en aguas abiertas: 35 por sexo, en lugar de 25 como hasta ahora.
En waterpolo, detalló Maglione, “se plantea por lo menos tener el mismo número de equipos de hombres y de mujeres”. Ahora son 12 y 8, respectivamente.
Gracias a una reducción del número de componentes de cada selección, de 13 a 11, el total de participantes en waterpolo solo aumentaría en cuatro deportistas. “Estamos en un momento en que todas las federaciones están pidiendo, también hay federaciones nuevas que quieren entrar… Nosotros tenemos aspiraciones y ojalá se contemplen. Hay muchas prioridades”, admitió Maglione.
La Agenda 2020, que guía las inquietudes reformistas del COI, ha cambiado la concepción del programa olímpico: antes se admitía un máximo de 28 deportes; a partir de 2020, se hablará de pruebas, con un tope de 310 para un total de 10.500 deportistas.
En 2016 el COI ya aprobó cinco novedades para los Juegos de Tokio: kárate, béisbol/sóftbol, escalada, surf y ‘skateboard’.
La Agenda 2020, que busca una igualdad total de género en la participación olímpica, prima la inclusión de pruebas mixtas, hasta ahora prácticamente inexistentes salvo en hípica, ciertas clases de vela y algunos deportes de raqueta.
El triatlón es otro de los deportes que ha propuesto un relevo mixto en los Juegos.