Con licencia para…. investigar
Quiso ser policía, pero la vida la llevó por otro camino, finalmente se ha convertido en la única hispana detective privada en Nueva Jersey, en Ocean Township, Condado de Mommouth, además con su propia agencia de detectives, señores: Rosa Davis.
Lleva cientos de casos por año. En el área norte de Nueva Jersey tuvo uno que en particular la movió: un violador de menores.
Cuando fue niña vivió en su país natal, Perú, un episodio de abuso sexual, y ésta fue una de las oportunidades que tuvo para desquitarse.
El individuo, un afroamericano, vivía en el Condado de Passaic, y estaba ubicado en un barrio inexpugnable, una zona caliente . “Una vez que ubicamos donde vivía. Lo primero que pensé es que tenía que buscar la manera de hacerlo salir de ese barrio, porque allí podía correr peligro” dice Davis.
Luego de un largo trabajo de convencimiento, logró enrolar a la ex-novia para que colaborara con ella. Así hizo que lo llevara a un restaurante de comida rápida, un Banana King, ubicado en la Main Ave. Luego de hacer una actuación tipo “sorpresa te pillamos y que pasa aquí quienes son ustedes” para que la ex-novia no pareciera involucrada, los cazadores de recompensas le pusieron las esposas al ofensor sexual y lo llevaron a la sede de la policía.
Davis se dió el gusto de tomarse una foto con el delicuente mientras era llevado a la canasta.
Ser detective privada la ha llevado a prepararse tanto física como tecnológicamente.
Recibió entrenamiento especializado de un militar israelí en Krap Maga, que podría traducirse como guerra callejera, que usa diferentes técnicas de defensa propia para reducir a un atacante.
A diario se mantiene en forma pegándole a un “punching bag” o saco de boxeo.
En su trabajo suele utilizar cámaras en miniatura, grabadoras, filmadoras, gafas infrarojas, binoculares y una gran facilidad para navegar en la web así como en las redes sociales, gracias a su bachillerato en Telecomunicaciones y Gestión de Redes (Network Management), obtenido en el 2004, en DeVry University.
Para ser detective privado en el estado de Nueva Jersey hay que ser policia retirado o haber trabajado cinco años en una agencia de detectives, como fue el caso de Rosa, y tener un record limpio.
Esto último “porque muchas veces la palabra del detective privado es determinante en un juicio así no se tenga evidencias físicas,” dice Davis.
El estado de Nueva Jersey tiene que aprobar una licencia, luego de pasar por un proceso de investigación del postulante que implica un chequeo de las huellas digitales.
“Eso sí, estamos prohibidos de portar una placa o uniforme para evitar ser confundidos con oficiales de policía locales, estatales o federales,” dice Davis.
Los trabajos que más demanda tiene en su rama es el de buscar pruebas de infidelidades matrimoniales, en casos de litigios por custodia de menores o seguros.
Por ejemplo, logró tener éxito en reunir pruebas contra un padre que había iniciado a la madre en las drogas, y estaba en juicio la custodia de un menor.
“Eso es lo bueno de ser una detective que no parece un policía, porque uno se puede meter en cualquier parte. De manera que fui al bar que frecuentaba el esposo, el fulano me comenzó a enamorar y me contó todo lo que hacía de manera que tenía las pruebas y mi clienta ganó el caso”, dice.
Rosa Davis emigró del Perú hace 20 años, hoy es felizmente casada, y tiene dos niños, de su pasado puede decir que gracias a las habilidades que adquirió como detective pudo regresar a su país, y encontrar a su ofensor a quien grabó en confesión de su delito.
En marzo de éste año se hizo propietaria de Jersey Shore Private Detectives, agencia en la que empezó a trabajar como administrativa, detective y luego, en el año 2013, como asociada.
En el 2014 fue nombrada Comandante Honoraria del 305th Aerial Port Squadron de la base militar McGuirre-Dix-Lakehurst. Rosa también se naturalizó, éste año, como ciudadana estadounidense.