Los Benavidez logran dos campeones del mundo
Juan Manuel Ramírez G. / EFE
A mediados de los años 80 del siglo pasado, José Benavidez agobiado por la pobreza tomó la decisión de dejar su natal Arcelia, municipio en el sureño estado de Guerrero, para probar suerte en Estados Unidos en busca del sueño americano.
En la Unión Americana, el anhelo de prosperidad y éxito que perseguía Benavidez arrancó como pesadilla.
Cruzó de forma ilegal la frontera y lo hizo por Tijuana, ocultó en el maletero de un auto, previo pago de unos 3.000 dólares de aquellos años, llegó a Los Ángeles y ya en suelo estadounidense se impactó, no se ubicó, anduvo en pandillas y se acercó a la droga, pero el nacimiento de su hijo mayor José le cambio la vida.
“Cuando nació José -el mayor- decidí cambiar todo. Me fui para Phoenix, Arizona, porque en Los Ángeles por andar en pandillas casi pierdo la vida por andar en cosas malas”, relató a medios el padre de familia en una conferencia en Ciudad de México.
En el acto, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán entregó el cinturón de campeón de peso supermedio del organismo a David Benavidez, quien a su vez le entregó un reconocimiento a su padre, que provocó sus lágrimas.
En Arizona, Benavidez pasó por todos los puestos del restaurante desde lavaplatos hasta capitán de meseros, “tenía un trabajo y era honrado”, el cual le dio acceso a una buena paga, que le ayudó a comparar casa y coche”, pero en ese momento recibió un duro golpe, la separación de su esposa con la que se había casado a los 14 años y un años más tarde nació José.
“Sentí que el mundo se me caía, pero mis hijos decidieron quedarse conmigo ya cuando comencé a vivir con ellos me pregunté ¿cómo los iba proteger? Tenía miedo de dejarlos solos y por eso me propuse hacerlos fuertes para que no abusaran de ellos y el boxeo inició como defensa personal”, relató.
Recordó que José, actual campeón mundial de peso súper ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), comenzó a los cinco años y David cuando tenía dos, era una formación de disciplina y esfuerzo extra a la escolar que también cumplieron.
“Esto es muy grande y estoy orgullo de mis hijos y si nosotros lo hicimos, mucha gente lo puede hacer. Lo que siembras cosechas y sólo quiero que mis hijos no pierdan la humildad, sean buenas personas, que motiven a los jóvenes y niños y ver más campeones”, expresó.
Con la experiencia a cuestas y tras 25 años de trabajo, el papá de los Benavidez cree que en Estados Unidos “es mas fácil sobrevivir” a diferencia de México “donde trabajas y trabajas y apenas te alcanza para comprar comida”, mientras que allá un dólar “es mas fácil ganarlo, comer y vivir un poco mejor”.
Benavidez aseguró que aunque su hijos practicaban el boxeo y mucha gente les dijo que era muy buenos nunca pensó que iban a ser boxeadores profesionales, ni campeones del mundo, él solo quería que se defendieran.
“Si me preguntas por una clave para tener dos campeones del mundo no la sé, sólo sé que detrás de esto hubo mucho esfuerzo, sacrificio, disciplina y trabajar y trabajar duro todos los días”, dijo Benavidez, una guía puntual y precisa para conseguir el sueño americano. n