Hay que reactivar la lucha contra la malaria
Víctor Escribano /EFE
El director del Programa Global sobre Malaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el español Pedro Alonso, aseguró que es necesaria una “reactivación política” de la lucha contra esta enfermedad que, pese a los progresos, aún mata a más de 430.000 personas cada año en el mundo.
Alonso indicó que 2018 es “un año clave” en la batalla contra ese mal. “Nos hemos dado cuenta -afirmó- de que haciendo lo mismo que hacíamos hasta ahora no vamos a lograr los objetivos”.
Estos objetivos, aprobados en 2015, pasan por reducir la mortalidad por malaria en un 40 % en 2020, y en un 90 % en 2030, algo “muy ambicioso” que Alonso cree que “no vamos a poder conseguir a menos que cambiemos la dinámica que teníamos”.
El conocido epidemiólogo destacó el avance realizado, con unas siete millones de vidas salvadas en los últimos 15 años y una reducción de la mortalidad de un 60 %.
Sin embargo, el científico recordó que la enfermedad todavía afecta a 230 millones de personas cada año y que continúa siendo endémica en unos 90 países del mundo, por lo que “sigue siendo un problema de magnitud gigantesca a escala global”.
De hecho, según el último informe publicado por la OMS en diciembre de 2017, en los últimos dos o tres años se frenó el progreso y “empieza a haber señales de que empezamos a recular, a perder parte de los logros conseguidos”, lamentó Alonso.
“Hay una cierta sensación de que la comunidad internacional puede haber perdido un poco el foco en la lucha contra las grandes endemias. (…) Hay que volver a ponerlo en el foco”, declaró.
Por eso, Alonso aboga por una “reactivación política” que involucre a los mandatarios de los países endémicos, especialmente de África, y “reducir la dependencia de la financiación internacional a base de aumentar los recursos de estos países”.
“La toma de responsabilidad en la lucha contra estas enfermedades por parte de los propios Gobiernos de los países es clave. Hay ejemplos como Ruanda, Senegal y Zambia que han tomado el liderazgo y marcan el camino a seguir”, agregó.
Pese a estos ejemplos, el científico resaltó que “en los últimos cinco o seis años no ha aumentado los recursos que los propios países endémicos dedican a la lucha contra la malaria, pese a que han estado creciendo de forma importante económicamente”.
El estancamiento financiero se refleja en que la inversión mundial actual se cifra en unos 2.700 millones de dólares, y se necesitarían unos 5.500 millones de dólares para conseguir los objetivos marcados.
“Con esto no vamos a avanzar mucho más. Un nuevo impulso a la investigación y al desarrollo es clave”, reclamó el investigador, antes de matizar: “No me gusta utilizar esta frase, pero podemos hacer más con lo que tenemos ahora mismo”.
Preguntado acerca de la posibilidad de erradicar totalmente la enfermedad en un futuro, el investigador se mostró cauto: “Todos queremos un mundo libre de malaria. Algunos han hablado de 2040, pero nuestra impresión es que el mundo no está listo para ello”.