Perú: Fiesta postergada
El jueves 21 de junio será mejor, fue el sentimiento positivo de la mayoría de peruanos en Peru Square, la calle de los peruanos de Paterson, al perder 1-0 ante Dinamarca, pensando en el desquite contra Francia, en el segundo partido que jugarán en el Mundial Rusia 2018.
Desde las 9 de la mañana, en Los Inmortales a La Pampa, de Leña y Carbón al Delicioso, algunos de los restaurantes peruanos que recibieron a los aficionados al futbol, se vivió un ambiente de fiesta.
Un grupo de hinchas armó una banda con cornetas, tambores y campana de salsa, en la puerta de Los Inmortales, para animar el ambiente. En la misma acera la blanquiroja se vendía a 25 dólares. Sin rebaja.
Perú jugaba con ímpetu y llegada. Las estadísticas dirían más tarde que llegó mas veces al arco contrario. Pero las estadísticas también engañan.
Al minuto 44 del encuentro, el penal de la esperanza, Gloria Candioti, de 62 años y propietaria de La Pampa Bakery, se mete a la cocina. “No quiero ver,” dijo y se fue.
Mala suerte. Christian Cueva yerra el penal y la hinchada se lamenta. A los 53 minutos mete un gol Youssef Poulsen y un grito de lamento resuena frente a los televisores.
En el entretiempo, el peruano Julio Rodríguez, llama a la esperanza en voz alta, ¡Ya es tiempo que ingrese Paolo Guerrero!
Recién al minuto 61 fue escuchado. Cambio. Sale Edison Flores. Ingresa “El Depredador” Guerrero. Y todos aplauden en Los Inmortales
Su ingreso le devolvió a los peruanos, y al equipo, la esperanza. Pero ya era demasiado tarde.